viernes, 12 de septiembre de 2014

Varcelona se escribe con V

En el libro '1978. El año en que España cambió de piel' hay un capítulo titulado El periodismo en 1978. Ese capítulo y la envidia de otros hacen que la prensa no hable de él.
Pero de la lectura de ese libro se desprende que tal como se plantearon las cosas ese año el desastre era inevitable. Hay testarudos que no lo quieren ver y no lo van a reconocer nunca, pero las cosas son como son.
Si en 1978 se hubieran hecho bien las cosas el nacionalismo no habría podido hacer tanto daño, sembrando el odio, tergiversando la historia, inventando hechos históricos, o rapiñando méritos ajenos.
Dice Felipe González, uno de los protagonistas de 1978, que no ve corrupción en Pujol y resulta que éste, en política, no ha hecho nada que no sea corrupto. Fomentar el odio al resto de españoles es un acto intrínsecamente corrupto. Lo que ocurre ahora en Cataluña era inimaginable, salvo para unos cuantos visionarios, en 1978. En este año, unos cuantos que mandaban mucho y estaban en la inopia se empeñaron en considerar demócratas a los nacionalistas. El nacionalismo es profundamente antidemocrático. El nacionalismo es xenofobo y racista. El nacionalismo es ilógico. Y ahí está, marcando su ley en Cataluña y el País Vasco. Rajoy tiene tendencia a hacer de don Tancredo, pero es que el guaperas que ha surgido en el PSOE hace recordar a Zapatero, que habría sido un magnífico presentador de televisión, pero que equivocó la carrera y acabó en presidente del gobierno. Y el PSOE, como quienes se divorcian y se vuelven a casar con alguien que es un calco del anterior.
El odio ha tomado las calles de Barcelona. El odio siempre trae pobreza. ¿Para cuántos? Para muchos. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis están en marcha y los memos ríen contentos, sin reparar en la que les va a caer encima. Los bordes calculan la actitud que les conviene tomar.

1 comentario:

Jesús dijo...

Ahí está la película, Las Autonosuyas, de absoluta vigencia.
Pero esto ya no lo arregla ni dios. Paradojicamente podremos ver como Cataluña se desgaja de España y el principal caustante del estado de las autonomías, el País Vasco y su terrorismo, continuará en España dado el pingüe beneficio que saca y mas que sacará cuando sea la única frontera con Francia de España.