domingo, 21 de septiembre de 2014

Preguntan a Hawking sobre Dios

Lo más interesante de lo que dice Hawking sobre Dios es que no es necesario para que exista el Universo.
Hay gente que se empeña en demostrar que Dios existe y gente que pone todo su interés en lo contrario. La respuesta en ambos casos es la citada. Ahora bien, eso no significa que no exista. La opinión de Hawking es que no existe, pero esa es una opción personal suya, como lo es de todos los demás humanos. La ciencia no puede demostrar que no existe, aunque puede decir algo que por otra parte es lógico: que no es necesario.
Supongamos que Dios existe, pero no quiere dejarse ver, porque en ese caso todo sería muy fácil. Si se dejara ver no habría nadie que no lo adorara. No hay más que ver la corte de aduladores que tienen los poderosos.
Si no se quiere dejar ver, no se deja ver para nadie. No puede consentir que unos más listos que otros lo descubran. Por tanto, la ciencia, con todos sus adelantos técnicos, será capaz jamás de descubrir a Dios.
Ni siquiera se puede demostrar la existencia de Jesucristo.
Abundan los que necesitan un asidero para vivir, porque de lo contrario les entra mareo, e incluso vértigo. La duda, tan alabada por tanta gente, no parece un territorio habitable para muchos, que necesitan certezas. Hawking, por ejemplo, se agarra a una: Dios no existe. Otros dan por cierto lo contrario: Dios existe. El problema de las certezas es que proporciona un soporte para actuar. Esos que en nuestros días rebanan cuellos están asistidos por la certidumbre de que Dios, su Dios, les asiste. Y ocurre que Dios, si existe, quiere que dudemos, puesto que no se deja ver. Quien tiene dudas no hace fechorías. ¿Y si Dios no estuviera de acuerdo con que se rebanen cuellos? Porque saber que Dios existe y saber qué es lo que quiere son dos certezas.

No hay comentarios: