sábado, 13 de septiembre de 2014

Pedro Sánchez, abducido por el PSC

José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones gracias al voto de los catalanes. Se conoce que Pedro Sánchez quiere repetir la jugada, sin darse cuenta de que esa es la puerta de la catástrofe, la trampa de la que luego no podrá salir.
Habla de Cataluña este guaperas que se ha aupado a la Secretaría General del PSOE como si los catalanes no nacionalistas no formaran parte de ella. Se ha rendido a los nacionalistas y resulta curioso que dado el caso se refiera a la 'resignación', quizá porque con ello espera que la gente no se dé cuenta de que el realmente se ha resignado es el PSOE.
Con Podemos hace lo mismo, critica su populismo, pero luego hace una propuesta populista. Quiere cambiar la Constitución para garantizar los derechos sociales más básicos.
Si por huir de Rajoy hemos de caer en las garras de Pablo Iglesias o Pedro Sánchez, lo tenemos claro. Menos mal que por ahí anda Rosa Díez, que es una persona más seria, firme ante los nacionalistas y ante los terroristas y que cuenta con el respaldo moral de Fernando Savater y Mario Vargas Llosa.
Pedro Sánchez no lee. Si lo hiciera que son muchos los que dicen que el nacionalismo es intrínsecamente perverso. Y aducen razones muy convincentes. Y sin embargo Sánchez aboga por hacerles concesiones, sin tener en cuenta algunas cosas. a) Los nacionalistas no se contentan nunca. b) Hacer concesiones a los nacionalistas es cometer injusticia con los demás. c) Las concesiones que se hacen a los nacionalistas nunca repercuten en la gente llana, sino que las aprovechan los cuatro despabilados de siempre. d) los nacionalistas oprimen. Obligan a aprender idiomas, a someterse al pensamiento único, a tratar a seres despreciables como si fueran venerables.
En consecuencia, quienes se sientan atraídos por la doctrina socialista deberían votar a UPyD. El PSOE se ha convertido en un sucedáneo de lo que debería ser.

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