jueves, 25 de diciembre de 2014

Deseo de Navidad

Reconozco que es un deseo muy difícil y quizá no esté fundado del todo. Cabe la posibilidad de que lo que yo veo de un modo sea de otro. Pero debería comenzar por explicarme.
Se entiende que el PP y el PSOE digan que están hartos de la corrupción, y también se entiende que no se les tome en serio. Pero esos dos partidos no tendrán más remedio que solucionar el asunto o desaparecerán y serán sustituidos por otros. La corrupción en el PP y el PSOE es un asunto grave, pero está enlazado con la de la sociedad española, que no en balde ha ido haciendo la vista gorda a lo largo de los años. Se critica la corrupción del otro, que no la propia. La sociedad española sigue siendo muy sectaria.
Pero en los nacionalismos la corrupción es intrínseca. Odian la verdad. El deseo sería que Mas recupere la cordura, pero eso implica que la ha tenido alguna vez, cuestión ciertamente dudosa. Por su parte, el otro orate, Urcullu, presume de que en el País Vasco tienen valores. Conviene tener en cuenta que los etarras también tienen valores. Y habría que recordarle a ese Urcullu que Covite viene colocando placas en ese País Vasco que él gobierna y duran poco. Los valores de Covite me gustan mucho más que los de Urcullu. Consuelo Ordóñez, la presidenta de Covite, es una señora con convicciones firmes y muy dignas de ser tenidas en cuenta, no como esas de las que presume Íñigo Urcullu.
Arturo Mas cada día desbarra más. ¿Cómo se le ocurre decir que ridiculizamos y despreciamos a Cataluña? Mentira podrida. El menosprecio lo merecen quienes insultan al resto de españoles, quienes mienten y quienes tergiversan la historia, y quienes se inventan la barbaridad esa de los países catalanes. No se les ridiculiza: Hacen el ridículo. Otra cosa es que tengan a Rajoy acojonado.

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