martes, 2 de diciembre de 2014

Las denuncias contra el Banco de Valencia

El juez Pedraz, que investiga varias denuncias contra el Banco de Valencia, ha preguntado si debe archivarlas, a la vista de la escasa colaboración que encuentra entre los organismos oficiales que deberían facilitarle los datos que solicita.
Fue el FROB quien puso las denuncias, pero esto bien pudo ser un brindis al sol, o una cortina de humo. Es dudoso que el FROB hiciera algo por salvar al banco. Más bien parecía trataba de espantar a los clientes. Con el desenlace al que se llegó los accionistas perdieron todo su dinero sin que el Estado hiciera nada por defender sus intereses. Hay que tener en cuenta que anteriormente las instituciones estatales fracasaron en su labor. Ni el Banco de España, ni la CNMV, ni los ministerios y consejerías competentes fueron capaces de frenar la deriva enloquecida que había tomado el Banco de Valencia. Sus accionistas confiaban en todas esas instituciones y organismos citados y en que estaba respaldado por Bancaja, una caja de ahorros muy sólida hasta el momento.
Perpetrado el desastre, parece ser que los responsables se pueden salir de rositas, precisamente porque son tantos y las responsabilidades llegan a tan alto nivel que la pobre Justicia española, politizada y sin medios, se marea ante el desafío. A nadie se le ocurre pensar que los accionistas merecen una explicación, ya que es imposible una reparación.
El Banco de Valencia, centenario, que había logrado sobrevivir milagrosamente, a una crisis anterior parecida, no pudo soportar que se le inoculara el veneno de la política. Lo que queda del banco ahora es un cartel que sirve como reclamo para el capital catalán. Las entidades financieras valencianas han quedado en manos del capital catalán y ahora se juega un partido nuevo.
Lo ideal sería que el árbitro, la Justicia, fuera totalmente independiente y gozara de presupuesto propio. Quizá entonces los accionistas del Banco de Valencia tuvieran alguna esperanza.
 

No hay comentarios: