martes, 30 de diciembre de 2014

Willy Toledo está mal

Algo ha de patinar en su cerebro para decirlas tan gordas y con tan poco sentido. Quizá sea porque alguien, queriendo cuidarlo, le haya puesto engrase de más en el cerebro, y de ahí los patinazos, o acaso porque al querer ajustarle los tornillos se les hayan caído algunos, lo de este tipo es demencial.
Es de esos que dicen que luchan por la justicia social y luego aplauden a regímenes en los que a los indefensos no se les deja más opción que someterse. No me extrañaría que fuera de esos a los que a cambio de hacer el ridículo se les pone casa, como hacían los señorones con sus queridas. Podría ser que estuviera viviendo a cuerpo de rey, mantenido por elementos que no se andan con bromas con quienes les llevan la contraria y a cambio de eso anduviera por ahí hablando de libertad, de solidaridad y de justicia social ante gentes que no creen en la libertad, la solidaridad y la justicia social, porque si creyeran no irían a escucharle y aplaudirle precisamente a él.
Resulta que hay alrededor de 400 crímenes de ETA por esclarecer, como se explica en Vidas rotas, libro que escuece mucho al PNV y otros partidos aún peores. Es un libro que no debería faltar en ningún hogar español, porque ETA los ha humillado a todos y lo sigue haciendo, y no creo que muchos personajes conocidos, alguno de ellos muy hábil con el peine lo tengan. Pero Willy Toledo no parece beber en las fuentes de Covite precisamente, sino que 500 bichos asesinos de esos, a los que llamó presos políticos, están en la cárcel. Como dijo aquel, cuanto más conozco a Willy más quiero a mi perro.
Tampoco ha leído Mal consentido (yo no sé lo que leerá este; quizá nada), porque dijo que hay muy pocos pueblos en el planeta que se defiendan como el pueblo vasco. Es obvio que no se refería a Consuelo Ordóñez, Maite Pagazaurtundua, Rosa Díez, Fernando Savater y muchos otros que han tenido que convertirse en héroes a causa de los asesinos y sus cómplices.

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