Con el título Riesgos de ser un buen samaritano el diario Las Provincias publica hoy un reportaje en el que dice que Daniel Oliver ha pasado a formar parte de aquellos que al intervenir en peleas para poner paz encontraron la muerte. Ocurre que Daniel Oliver se ha popularizado a causa de la fatalidad, no por su buena acción. Si el resultado de su intromisión en la riña hubiera sido un simple hematoma, más de uno lo hubiera tomado por tonto. No es que yo me esté inventando nada, sino que he podido comprobar que las cosas son así. Hace algún tiempo, en una entrada que titulé El atraco, conté que dos personas habrían arriesgado sus vidas para auxiliar a otras a las que no conocían previamente. No se trataba de una riña callejera entre una pareja de jóvenes, sino que el peligro provenía de un atracador furioso, que portaba una navaja enorme y del que luego se supo que cumplía condena de veinticinco años y que había salido de permiso. Nadie me preguntó por ellos, para recompensarles de algún modo, así que poco después en otra entrada titulada Los premios Jaime I, reivindiqué la creación de otros premios, para esta clase de gente, con el fin de estimular las más nobles cualidades humanas. Posteriormente, me he dirigido a las autoridades locales, a través de su web, por lo que no tengo justificante de haberlo hecho y, por otra parte, tampoco se han dignado ni a acusar recibo de mi petición. Posteriormente he sabido que uno de esos dos samaritanos, que tan valientemente se enfrentaron con el navajero y a la vista de la navaja –sabían lo que hacían-, ya había intervenido unas cuantas veces en casos similares, loo que conllevó que pocos días después de una de ellas se encontrara con que le habían quemado el coche. El otro samaritano tampoco era un novato a la hora de hacer frente a los atracadores. Ambos son mayores, creo que al menos uno está jubilado y sus modos de ganarse la vida son o fueron primordialmente pacíficos.
Si hubieran muerto atravesados por la navaja, sí que hubieran merecido alguna portada. Como el héroe de Benicull.
Si hubieran muerto atravesados por la navaja, sí que hubieran merecido alguna portada. Como el héroe de Benicull.
'La fe del ateo'
'El Poder y la Gloria'
'Pájaros de América'
'Una pica en Flandes'
'Diarios. La hierba crece despacio'
'El sueño de la nación indomable'
'El código de Arquímedes'
'Hablar con corrección'
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1 comentario:
Es curioso como se vuelve noticion lo que todos los dias ocurre en la calle, por un hecho que llevó a la muerte de alguien o que simplemente aparecio en las camaras... como si no supieramos que esas cosas son el pan nuestro de cada dia.
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