Son muchos los socialistas que discrepan de la nueva ley de aborto que pretende imponer el gobierno, con el respaldo de algunos grupos que se prestan a ello, según una información que publica hoy el diario La Vanguardia. Es decir, una joven menor de edad, sea cual sea su grado de madurez, podrá abortar sin informar ni pedir permiso a nadie. No obstante, Zapatero sabe que incluso tratándose de una ley tan polémica como esta, ningún diputado socialista se atreverá a votar en contra.
Nuestro presidente, no obstante, se proclama paladín de las libertades. Evidentemente, si los líderes de los partidos tienen tal control sobre sus diputados es fácil mercadear con los votos. Entonces, tenemos un presidente que defiende las libertades, pero hasta cierto punto, puesto que no permite que los diputados voten lo que quieran, y tenemos una democracia que lo es hasta cierto punto.
Por otra parte, Bonilla-Musoles, explicaba ayer en Las Provincias, lo que concierne a la píldora postcoital. Se trata de una medicación que viene siendo administrada desde hace mucho. Pero también da algunos datos. En el Hospital Clínico de Valencia, y durante el año 2009, más de dos docenas de menores de 16 años han dado a luz y más de cuatro docenas han solicitado abortar. Son más los datos que proporciona, merece la pena leer el artículo entero, y todos juntos inducen a pensar que nuestra sociedad se ha vuelto absolutamente banal.
Ahora bien, no parece que Bibiana Aído sea la mejor receta para combatir esa banalidad, sino que da idea de que lo que pretende Zapatero es distraer al personal, desviándole la atención de otras cosas más perentorias y agobiantes. Si tuviéramos una democracia de verdad, Zapatero ya no estaría. Y otros, probablemente, tampoco.
Nuestro presidente, no obstante, se proclama paladín de las libertades. Evidentemente, si los líderes de los partidos tienen tal control sobre sus diputados es fácil mercadear con los votos. Entonces, tenemos un presidente que defiende las libertades, pero hasta cierto punto, puesto que no permite que los diputados voten lo que quieran, y tenemos una democracia que lo es hasta cierto punto.
Por otra parte, Bonilla-Musoles, explicaba ayer en Las Provincias, lo que concierne a la píldora postcoital. Se trata de una medicación que viene siendo administrada desde hace mucho. Pero también da algunos datos. En el Hospital Clínico de Valencia, y durante el año 2009, más de dos docenas de menores de 16 años han dado a luz y más de cuatro docenas han solicitado abortar. Son más los datos que proporciona, merece la pena leer el artículo entero, y todos juntos inducen a pensar que nuestra sociedad se ha vuelto absolutamente banal.
Ahora bien, no parece que Bibiana Aído sea la mejor receta para combatir esa banalidad, sino que da idea de que lo que pretende Zapatero es distraer al personal, desviándole la atención de otras cosas más perentorias y agobiantes. Si tuviéramos una democracia de verdad, Zapatero ya no estaría. Y otros, probablemente, tampoco.
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