lunes, 25 de mayo de 2009

Yes, I Camps

Habrá que dar la bienvenida a Felipe González como nuevo paladín de la lucha anticorrupción. Para esta labor no hay que desdeñar ninguna ayuda, puesto que parece instalado entre nuestra clase política el pensamiento de que los cargos públicos son elementos patrimoniales, de modo que aquí no dimite nadie. Ahora bien, conviene tener en cuenta que este estado de cosas es consecuencia del sistema político que el propio Felipe González ayudó a implantar, mediante el cual los partidos se quedaron el poder para ellos, en lugar de dárselo a los ciudadanos, sus legítimos dueños.
Pero es que también conviene recordar que con el mismo desparpajo que ahora dice “Yes, I Camps”, dijo en su momento “Ni Flick ni Flock”. Y puesto que habla de los trajes de Camps, tampoco está de más recordar que, según publicó la prensa en su momento, el PSOE le tuvo que comprar un traje porque él no se lo podía pagar. No obstante, cuando se retiró del gobierno se trasladó a vivir a un
chalet que se había construido en una parcela que le compró al propietario de Casa Lucio, en una urbanización de lujo. El chalet es de 674 metros cuadrados construidos y 570 útiles. No voy a insinuar nada, simplemente me hago eco de que en la prensa de la época se decía que este hombre ahorraba más de lo que ganaba.
El caso Camps presumiblemente quedará en nada. La deducción no se deriva del apoyo que le presta Rajoy, sino de la campaña del diario El País. Este rotativo conoce todo el sumario; por tanto, los ataques que dedica a Camps hacen pensar que su idea es que, salvo sorpresa mayúscula, Camps será absuelto de todo cargo. De ahí, probablemente, que El País trate de sacar todo el partido que pueda a la situación y lo cierto es que el presidente valenciano no se ha sabido defender de los ataques de este periódico, ni tampoco sus consejeros le han sabido ayudar.

1 comentario:

Marta Salazar dijo...

hola hola querido Vicente!

Camps... perdona la total ignorancia, pero... es una marca de ropa?

Un abrazo!