miércoles, 16 de septiembre de 2009

Zapatero es un peligro

Cualquiera que se precie se pone en lo peor, para que, si llega, no le pille desprevenido. Este miedo lo conocen bien los políticos, puesto que lo explotan. Zapatero también recurre a fomentar el miedo a la derecha. Lo que le preocupa no es lo que les pueda ocurrir a los españoles, sino su propio futuro en el gobierno. El egoísmo puede pasar por bisoñez. El miedo a perder el favor del electorado es lo que le ha llevado a empujar a los ministros de Justicia y de Interior a presionar al Tribunal Constitucional, cosa absolutamente inadmisible.
Busca votos de forma desesperada en sus caladeros, con lo que además, en Cataluña, condiciona la forma de proceder de CiU y del PP. Empuja a CiU hacia más allá de lo que este partido quisiera y, por su parte, el PP teme perder los pocos votos que le quedan en Cataluña y la posibilidad de pactar con CiU. Y Zapatero actúa de este modo porque se da cuenta de que al haber salido Alemania y Francia de la crisis el BCE puede volver a subir los tipos de interés, lo que resultaría catastrófico para los hipotecados españoles y también para los bancos.
Esperar que los pesos pesados del socialismo se rebelen, parece excesivo. Solbes mintió en su día, cabe deducir que a petición de Zapatero y al irse ahora sin decir ni pío ha demostrado que en aquel momento también pensaba que la crisis duraría poco; su ambición le hizo mentir y soportar que otros ministros se metieran en su terreno. Ahora se ha ido, porque se da cuenta de que el gobierno va en dirección contraria a la que sería correcta, y calla porque cualquier cosa que dijera serviría para demostrar lo mal que lo ha hecho hasta el momento. Se ha ido sin dignidad. Rubalcaba y Caamaño tampoco ya han demostrado lo que se puede esperar de ellos.

1 comentario:

Luisma dijo...

"el PP teme perder los pocos votos que le quedan en Cataluña y la posibilidad de pactar con CiU"

El PP podría acabar con todo eso con sólo retirar el recurso contra el Estatuto de Cataluña por cláusulas que ha aceptado en el de Castilla, en el de Aragón, el de Andalucía y el no nato de Canarias. Ya está bien de que el Partido Peligroso eche a otros las culpas de sus malas acciones, como hacen los niños pequeños.