jueves, 17 de noviembre de 2011

Chacón, mujer y catalana

Cuando Chacón apela a su condición de mujer, para que se la vote, es como si pidiera a las demás mujeres que la voten masivamente por esta condición; lo mismo hace con los catalanes, a los que llama a votarla, porque ella también lo es. Pero lo que realmente hace con esto es menospreciar sus propias cualidades personales.
Si tuviera seguridad en ella misma, hablaría de lo que puede hacer, de lo que está dispuesta a intentar, o tal vez explicaría lo de “Todos somos Rubianes”, pero lejos de eso se escuda en lo que cree que le da ventaja, con lo que también viene a dar idea de que no le hace ascos a la prepotencia. Malas credenciales para quien aspira a tanto.
Rubalcaba, que le planteó a Chacón el órdago que no se atrevió a plantearle a Zapatero (porque si lo hubiera hecho, la presidencia sería suya desde entonces), logrando que ella se retirara de las primarias, dijo luego que la hubiera vencido fácilmente. ¿Por qué nos privó del espectáculo pues?
Pero eso de que la hubiera vencido fácilmente también muestra su desprecio hacia ella, porque se supone que lo que tiene en cuenta son sus cualidades intelectuales. Evidentemente, Rubalcaba, a pesar de considerarse intelectualmente superior a ella, no estaba nada seguro de ganarla, porque cada uno vota lo que quiere sin necesidad de tener que dar explicaciones.
Chacón, que se sacrificó por el partido (al menos, teóricamente) , al renunciar a las primarias, ahora espera ser recompensada con la Secretaría General del PSOE, tras el presumible descalabro de Rubalcaba, pero no está nada segura de obtenerla porque el felipismo sigue apostando por aquel y no es presumible que le ponga las cosas tan fáciles. De momento, Chacón no sabe encontrar la estrategia para lograr lo que se propone. Lo suyo es subirse a la ola y aprovechar las corrientes favorables. Pero si no hay corrientes, no queda más remedio que remar.

1 comentario:

Jesús dijo...

Si lo mejor que tienen los socialista es a la Chacón, ya pueden plegar.