martes, 29 de noviembre de 2011

Rajoy, el mirlo blanco

En estos tiempos que corren, preludio de otros que llenan de inquietud a muchos, aunque a unos más que a otros, Rajoy es la esperanza de una multitud de gente que va desde el español más humilde, hasta Obama, pasando antes por Merkel.
Pero al mismo tiempo que la gente deposita sus esperanzas en Rajoy, en buena parte porque no tiene más remedio, también está con la mosca tras la oreja, porque se sabe que van a haber recortes y cada cual teme que el recorte le afecte.
Se sabe de Rajoy que es un superviviente tenaz, porque su camino hacia la presidencia del gobierno no ha sido fácil, sino que ha tenido que soportar de todo dentro de su propio partido. Esta faceta suya tranquiliza bastante, puesto que indica que sabrá gobernar con prudencia y sin someter a los ciudadanos a graves riesgos.
Pero también se sabe que no acostumbra a dar puñetazos en la mesa, por más que la situación lo requiera o tenga motivos para ello. Esto es peligroso para los más indefensos, porque da a entender que los inevitables recortes no se harán en donde más conviene a todos, sino en aquellos sectores más dados a conformarse, porque sus posibilidades de defensa son escasas. Los funcionarios, los jubilados, los parados, los trabajadores al fin, son las víctimas propiciatorias. Ya lo van siendo en todas las Comunidades Autónomas. Sería bueno que hubiera una mayor belicosidad en estos sectores, con el fin de obligar a que los recortes se hagan en donde corresponde, es decir, en aquellas partidas en las que es como si el dinero se fuera por una alcantarilla, porque no benefician en nada al contribuyente.
Reducir la capacidad de compra de los ciudadanos no es bue.n camino para salir de la crisis. Sí lo es dedicar a cosas productivas el dinero que se utiliza en caprichos de los políticos.

No hay comentarios: