Creo que no han sentado bien las palabras de Pilar Manjón entre las víctimas de Eta. Pilar Manjón tiene derecho a opinar como crea conveniente sobre cualquier aspecto de la realidad, pero cuando ejerce como presidenta de la asociación 11-M no debe dejar traslucir sus preferencias políticas, ya que su obligación es la de representar a todos los afectados, y alguno debe de haber que no comparta sus ideas políticas. Basta con que haya uno, para que merezca todo el respeto de la presidenta. Aparte de que también debe respetar a las víctimas de Eta.
Tampoco se le puede negar a Pedro J. a tener su opinión y explicarla en El Mundo. A nadie le obligan a comprar el periódico. De modo que Pedro J. está más en su papel que Pilar. Habría que recordar, por otra parte, que la decisión de Aznar de participar en la guerra de Irak (podría decirse que de forma simbólica), fue plenamente legal, otra cosa es que lo hiciera en contra de los deseos de los ciudadanos, que mayoritariamente estaban en contra. Pero eso no significa que Aznar tenga la culpa de los atentados del 11-M.
El 11-M es un aniversario muy triste para todos, no sólo para los españoles, sino para la humanidad entera, como cualquier atentado. Lo que interesa en un día como este es estar a la altura de las circunstancias, quedar bien con todos y no soliviantar a nadie con un discurso sectario u ofensivo. Utilizar el día en que se tienen todos los focos informativos pendientes para arremeter contra este o aquel, sin tener en cuenta tampoco el dolor de otras personas, no es muy apropiado.
Hay quien tiene unas dotes oratorias que le permiten llegar a mucha gente, como otros las tienen para jugar al fútbol, para cantar, o para diseñar edificios, pero esas dotes no deberían utilizarse de forma espuria o egoísta, sino que como mínimo debería tener mucho cuidado para no molestar u ofender a nadie.
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