Existe la sospecha de que a buena parte del personal no le interesa saber cómo ocurrieron las cosas, sino que prefiere una versión que se ajuste a sus deseos. Quizá eso explique el escaso interés que ha suscitado el riguroso estudio sobre Felipe V llevado a cabo por el historiador Henry Kamen y publicado por Temas de Hoy.
En cambio, algunos bodrios más sumisos con ciertos onirismos colectivos sí que han sido bendecidos por las multitudes.
Con respecto a Felipe V, del que muchos no quieren saber qué circunstancias concurrieron en su llegada al trono español, ni los motivos por los que siendo aceptado por todos al principio encontró ciertos rechazos después, cabe añadir que son muchos los que saben que su cuadro está colgado del revés en Játiva, pero ni siquiera los propios setabenses saben que este hecho data del franquismo. Hay setabenses que sí lo saben, pero el hecho de que no lo sepan todos es muy significativo.
Uno que se apunta al rigor histórico es José Luis Ibáñez Salas. Es el editor de la revista online Anatomía de la Historia, y con motivo del aniversario de la Pepa publicó en este medio un excelente trabajo de investigación de Juan Granados titulado Cambios y permanencias en la España preconstitucional, 1812. Conviene leerlo, pero daré a conocer alguna de las perlas que contiene:
“Tanto es así, que para mediados del siglo XVIII el profesor Astigarraga calcula una presión per cápita de 28 reales para los habitantes de Castilla y de tan solo 11 para los de la Corona de Aragón.”
Son detalles, unos y otros, muy poco conocidos por el común de la población, señal de que quienes tenían obligación de difundirlos no lo han hecho, lo que denota la intención manipuladora. Pero construir el futuro sobre una base de humo tampoco parece muy prudente.
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