No sé lo que ocurriría si las circunstancias que concurren en Elvira Roda afectasen a Rita Barberá, o a cual otro de los integrantes de las elites españolas, aunque supongo que todos ellos, o la mayor parte, podrían costearse el tratamiento que necesita.
Sí que sé lo que pasaría si el afectado fuera yo: me moriría. Y como yo, muchos. Es decir, los españoles podemos permitirnos el lujo de tener, probablemente, el mayor número de políticos por cada cien habitantes del mundo, todos con sus sueldos y sus dietas, y muchos con coche oficial y chófer y secretaria y un nutrido grupo de asesores. Hay que hacer un aparte para dejar constancia de que a pesar de tener tantos políticos y tantos asesores de políticos estamos en crisis, y que nuestra crisis es más brutal que la de Francia, por ejemplo.
Es decir, tenemos políticos y asesores de políticos, pero no hay cobertura para cierto tipo de enfermedades. Ya no se trata de los recortes de la Sanidad, porque hay que recortar en la Sanidad para poder pagar a tantos políticos, sino de que hay enfermedades que no tienen ninguna cobertura. ¿Para eso tenemos tantos políticos? ¿Para que entre todos no sepan encontrar soluciones? Ah, pero es que sí que saben encontrar: recortan y recortan.
Lo que ocurre con Elvira Roda, no es sólo que se desentienden, sino que se echan las culpas unos a otros. Fumigan en las proximidades de su vivienda, porque las competencias son de otros. Si hay que fumigar, se fumiga y a otra cosa. Cada partido político pide al otro que reconozca la SQM, pero no lo hacen porque hay muchos afectados y el coste del tratamiento no es poco.
En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, hay organismos que se pueden suprimir sin que los ciudadanos noten nada. Citemos algunos: CJC, SdG, CVC, AVL, y algunos otros de cuya existencia no nos hemos enterado. También podrían prescindir los diputados valencianos de las subvenciones que tienen para comer y para teléfonos móviles.
Creo que el tratamiento de Elvira Roda y otros afectados por cualquier enfermedad debe tener preferencia.
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