domingo, 10 de noviembre de 2013

Lo que se ha comprobado en el acto de Aznar

Aznar ha presentado un libro estos días pasados (también lo ha hecho González y se dispone a hacerlo Zapatero; ninguno de los tres se considera culpable de nada, sino todo lo contrario; si las cosas van mal, la culpa la tiene el demonio; ellos, a dar matraca), y su partido le ha hecho el vacío.
No me interesa el libro de Aznar, tampoco los otros dos citados, y, por tanto, no hubiera ido a la presentación. Pero es que yo no milito en el PP, ni le debo nada a Aznar. En cambio, muchos del PP que le deben todo a Aznar, verbigracia el presidente del gobierno, no se dignaron a asistir.
Tengo escrito que el agradecimiento es propio de espíritus elevados. Y el refrán que comienza diciendo “Cría cuervos...” surgió por algo.
Cuando Ricardo de la Cierva le dijo a Adolfo Suárez que quería ser ministro, Adolfo Suárez lo hizo ministro. No sé si fue un acto inteligente o generoso, pero una de las dos cosas tuvo que ser, quizá las dos al mismo tiempo.
En cambio, lo de no asistir a la presentación del libro de Aznar, y comprarlo, es un acto torpe y mezquino. Aznar ya era así cuando los nombró ministros, subsecretarios o cualquier otra cosa. O los señaló con el dedo para que le sucedieran y entonces no le chistaban. Al no acudir ahora al acto demuestran que entonces no eran sinceros. Y la pregunta que cabe es: ¿Han sido sinceros alguna vez?
Los partidos políticos españoles son estructuras piramidales de poder y en estas condiciones es muy difícil que alguien pueda actuar sinceramente. Lo que interesa es ganar la confianza del líder, mientras lo sea. Una vez caído, puede hacer como el abuelo Cebolleta, contar batallitas sabiendo que los correligionarios que asistan lo hacen por caridad. Si se lo consiente quien mande en ese momento.

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