lunes, 11 de noviembre de 2013

Y al PSOE le ha dado por volver

Cuando casi todo el mundo está esperando que Rubalcaba se vaya, va éste y afirma que el PSOE ha vuelto. O sea, que se había ido. Sin embargo, lo que parece es que está sin estar. Lo que desean casi todos es que llegue Susana Díaz, para ver si es capaz dc poner orden en el partido.
Felipe González lo dijo a lo bruto: “Rubalcaba tiene un problema de liderazgo de cojones”. La realidad es que Rubalcaba está tan hipotecado por sus actuaciones anteriores en el gobierno que no puede mover un dedo sin contradecirse. Sus intentos de disimular la realidad de las cosas no pueden dar más que risa. Esas chorradas que le dice a Pere Navarro, otro que tal.
El PSOE tuvo una influencia muy grande en la redacción de la Constitución española. Es lógico que pasado el tiempo se piense que tiene algunos fallos que deberían ser corregidos. Pero lo que hace el PSC no es pedir que se intente solucionar este apartado de la Constitución, o el otro, sino que directamente la traiciona. Traicionar a la Constitución es traicionar al pueblo español, Cataluña incluida lógicamente. Y Rubalcaba no puede llamar al orden al PSC. Sí puede hacerlo Susana Díaz. Si Rubalcaba fuera razonable se iría a casa. Pero, salvo raras y honrosas excepciones, a los políticos españoles no se les puede despegar de la poltrona ni con agua caliente.
El PSC, y también el PSE, se han tenido que teñir con el barniz nacionalista porque el PSOE ha pactado varias veces con CiU y con el PNV. Cosa que también ha hecho el PP. Y al caer en esa trampa han prostituido a sus partidos, porque el PSOE, por definición, no tiene nada que ver con el nacionalismo. El PP sí que podría estar más próximo ideológicamente, pero esas alianzas le han perjudicado mucho, paradójicamente, en Cataluña y en el País Vasco.
El caso es que la situación que vive España es grave, por lo que todos los políticos que molestan deberían retirarse.

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