lunes, 2 de febrero de 2015

Marcello se equivoca

Pero hay que tener en cuenta que Marcello es un perro. Concretamente, un Jack Russell, o sea, que no cabe duda de que es un perro.
Si eso lo hubiera escrito cierto meapilas que estaba o está en nómina en La Vanguardia intentando convencer de que las hostias son cuadradas, diría que es un chorra. Por cierto, lo escribió y lo dije. Al meapilas lo leía cuando escribía en español y tenía ganas de reírme; desde que lo hace en catalán le he perdido la pista. Es que La Vanguardia es de un Grande de España que se ha quedado en grandecito. Y La Vanguardia se ha quedado en la vanguardiecita. Ahí dan de todo, desde sopas julianas hasta butifarras en vinagre. O butirarrendums.
Si lo hubiera escrito un ministro de los de Zapatero por lo cuota masculina, que lo escribió, no me habría extrañado.
Pero Marcello es un perro y no se le puede exigir lo mismo que a un columnista al que cabe pedirle que se informe un poquito sobre lo que va a escribir. Sólo un poquito. En el artículo de Marcello titulado Aguirre salvará a Rajoy, pone ¡Santiago y cierra España! Algún académico de la RAE lo ha escrito igual, Google lo delata.
Puesto que el vocablo España es vocativo ha de ir precedido por una coma. Fernando Lázaro Carreter, en su El dardo en la palabra, explicó que la forma correcta de escribirlo es ¡Santiago, y cierra, España!, y se debe buscar en el DRAE la acepción la acepción que conviene al verbo cerrar, que en es este caso es trabar batalla, embestir, acometer.
Marcello es un perro al que se conoce que el PP no le da comida y entonces se mete en su huerto y le ladra sin cesar. Se ve que los de UPyD tampoco le dan un mal hueso. En cambio, cuando aparece Ciudadanos en escena mueve el rabito todo contento.

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