viernes, 6 de febrero de 2015

Papandreu dijo la verdad

El déficit público de Grecia no era del 2,7%, como manifestaba su antecesor en el cargo, sino del 12,7%, y como consecuencia perdió el favor del público.
Aducen algunos que en política no se puede decir la verdad. Disiento de ello. Si todos los políticos griegos hubieran dicho la verdad las posibilidades de recuperación habrían sido mucho mayores, porque entre todos habrían convencido a los griegos del camino a tomar, aparte de que las instituciones internacionales les habrían tomado más en serio.
Pero si los políticos mienten es porque hay un públlico que desea que se le mienta, un público que se resiste a alcanzar la madurez y decide creer en los cuentos de hadas.
Nada de eso evita que la evita que la realidad caiga a plomo sobre todos. Sin ir más lejos, el ministro alemán de Finanzas le ha dicho al actual gobierno griego que no es realista hacer promesas electorales a costa de terceros.
En España también se suele votar una y otra vez a políticos mentirosos, a sabiendas de que mienten. También hay votantes que creen que si gana este partido o el otro van a llover panes y peces del cielo.
Se puede detectar incluso, y sin hacer ningún esfuerzo, que los políticos españoles temen decir la verdad.
Como consecuencia de ese estado de cosas, los vendedores de humo viven muy bien en España. Todo el mundo sospecha que hay una gran cantidad de gente improductiva cobrando del Estado y a ningún político se le ocurre la decencia de suprimir todos esos organismos e instituciones tan onerosos para las arcas públicas, porque aquí, de lo que se trata para ellos es de hacer carrera en la política y no de resolver problemas.
Y se asoman con fuerza en el horizonte otros cuya especialidad precisamente la de vender humo, pero es que con ese humo tapan además sus verdaderas intenciones.

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