viernes, 27 de febrero de 2015

Un sonriente Zapatero

Acaba regresar de Cuba y no se sabe qué catástrofe va a ocurrir en la isla. Allí en donde pone los pies ocurre algún mal. El caso es que muchos socialistas de carnet le siguen teniendo cariño.
Parece lógico y correcto, y dentro de los hábitos democráticos, que se critique a Rajoy, pero es que muchos de quienes lo hacen siguen aplaudiendo a Zapatero, y eso ya no parece tan lógico, ni tampoco es ecuánime.
El caso es que Zapatero no se entera del daño que hace, o por lo menos no da señales de que se entere, ni se preocupe. Tras su paso por la Secretaría General del PSOE este partido más que centenario está en trance de desaparecer a manos de Podemos, pero Zapatero, tan zascandil como siempre, fue a reunirse con Pablo Iglesias. Aunque tampoco cabe descartar que tras esta reunión el partido que se hunda sea Podemos.
Pero hay algo que no se le critica ahora a Zapatero y que debería ser muy de actualidad. Se cargó aquel PHN y no sólo eso sino que se jactó, sonriendo, como siempre, de que nunca se podría volver a acometer. Sin embargo, Pedro Sánchez prometió en Murcia, hace pocos meses, que aprobará el PHN que el PP ha abandonado. Claro que también dijo que no le temblaría el pulso para expulsar a ningún corrupto y que abriría fábricas en todos los pueblos y ciudades.
La cuestión es que el Ebro se ha desbordado y en el Reino de Valencia hay sequía. No sólo es que se desperdicie una gran cantidad de agua que se habría podido aprovechar en el campo, sino que el agua que se desborda causa perjuicios a veces graves.
Naturalmente que nadie se siente responsable de tanta incompetencia y tanto sectarismo. Muchos de los que criticaron el PHN porque era del PP, lo aplaudieron cuando lo propuso Borrell y lo volverían a aplaudir si lo hiciera Sánchez. El daño causado importa poco.´

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