El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente. La política es muy noble cuando se usa para servir a los ciudadanos y se convierte en un foco de corrupción cuando su fin es lograr o mantener el poder. En este último sentido cabe entender el vídeo electoral del PSOE.
La pretensión de dividir a la sociedad en buenos y malos en función de sus elecciones políticas es un acto intrínsecamente perverso. Nadie puede estar obligado a acertar en su elección, y tampoco se puede saber quién ha acertado, porque si se supiera sólo habría un partido. Lo que cabe exigir es que cada uno sea consecuente con su elección. Esta campaña publicitaria puede ser aceptable para una chica como Bibiana Aído, que dice que si quedara embarazada, no abortaría, sin explicar los motivos por los que actuaría así; tampoco ha explicado qué es lo que haría en el caso de que Zapatero le ordenara abortar, cosa que a la vista de las circunstancias cabe dentro de lo posible.
La vida requiere esfuerzo, perseverancia y espíritu de sacrificio, y sólo si estas virtudes calan en la sociedad y son asumidas por la inmensa mayoría, puede salir adelante una nación. La prudencia debe guiar los pasos de todos y hay que saber que el error tiene un coste, por muy disculpable que sea. Lo que hace este gobierno es inducir a pensar en que la vida es fácil y que todo el mundo tiene derecho a premio sólo porque sí, y todo por conseguir sus votos.
Son tantas las muestras de mezquindad de este gobierno que habría que preguntarse cuáles los motivos por los que no dimite ningún ministro. Se fue Solbes, pero no fue por vergüenza, sino porque su reputación caía en picado. Tal como están las cosas en nuestra política se hace muy difícil que siendo buena persona se pueda llegar a dirigir un partido o presidir un gobierno.
La pretensión de dividir a la sociedad en buenos y malos en función de sus elecciones políticas es un acto intrínsecamente perverso. Nadie puede estar obligado a acertar en su elección, y tampoco se puede saber quién ha acertado, porque si se supiera sólo habría un partido. Lo que cabe exigir es que cada uno sea consecuente con su elección. Esta campaña publicitaria puede ser aceptable para una chica como Bibiana Aído, que dice que si quedara embarazada, no abortaría, sin explicar los motivos por los que actuaría así; tampoco ha explicado qué es lo que haría en el caso de que Zapatero le ordenara abortar, cosa que a la vista de las circunstancias cabe dentro de lo posible.
La vida requiere esfuerzo, perseverancia y espíritu de sacrificio, y sólo si estas virtudes calan en la sociedad y son asumidas por la inmensa mayoría, puede salir adelante una nación. La prudencia debe guiar los pasos de todos y hay que saber que el error tiene un coste, por muy disculpable que sea. Lo que hace este gobierno es inducir a pensar en que la vida es fácil y que todo el mundo tiene derecho a premio sólo porque sí, y todo por conseguir sus votos.
Son tantas las muestras de mezquindad de este gobierno que habría que preguntarse cuáles los motivos por los que no dimite ningún ministro. Se fue Solbes, pero no fue por vergüenza, sino porque su reputación caía en picado. Tal como están las cosas en nuestra política se hace muy difícil que siendo buena persona se pueda llegar a dirigir un partido o presidir un gobierno.
3 comentarios:
Querido Vicente: es que es dificilísimo -creo que lo ha sido siempre, aunque hay excepciones- ser una buena persona y llegar lejos en la vida política.
Para nuestra desgracia, claro.
Abrazos,
Diego
“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.”
www.nicolasespositochedel.com
kula kula es un tontaina
Publicar un comentario