No debe de ser fácil la vida en Venezuela para quienes muestran algún tipo de disconformidad con Hugo Chávez. No hay más que ver el miedo que le tienen Zapatero y Moratinos, y eso que viven en España, lejos del alcance de caudillo venezolano. Zapatero que fue capaz de permanecer sentado al paso de la bandera estadounidense y que luego sacó a las tropas españolas de Irak de forma intempestiva, rompiendo abruptamente el acuerdo con Estados Unidos, no es capaz de exigir al gobierno venezolano que deje de colaborar con los etarras.
Antonio Ledezma, Alcalde mayor del Distrito Metropolitano de Caracas, ha concedido unas declaraciones al diario La Vanguardia, en las que explicar la situación real en su país. Cuenta que les recomendó a los parlamentarios españoles que viajaran a Venezuela y comprobaran por sí mismos que allí se violan los derechos humanos, y que tampoco se respeta la propiedad privada de los españoles residentes en el país ni, por supuesto, de los venezolanos. Conviene enterarse de los hostigamientos con los que el régimen chavista pretende dificultar la labor del alcalde de Caracas, para percatarse de que el asunto es grave.
Una cosa es que al gobierno español, dada la situación mundial, en la que la justicia importa poco y los intereses mucho, le interese echar mano del pragmatismo y negociar con los gobiernos nada recomendables de otros países y otra muy distinta mostrar tanta cercanía y comprensión hacia dictadores de la peor calaña. La complicidad de Chávez con ETA, al igual que con las FARC en el caso de Colombia, siempre está de parte de los terroristas, sitúa las cosas en un punto muy difícil. La dignidad de los españoles en general y de las víctimas del terrorismo en particular no debe ser pisoteada impunemente por un bufón insultante y jactancioso.
Antonio Ledezma, Alcalde mayor del Distrito Metropolitano de Caracas, ha concedido unas declaraciones al diario La Vanguardia, en las que explicar la situación real en su país. Cuenta que les recomendó a los parlamentarios españoles que viajaran a Venezuela y comprobaran por sí mismos que allí se violan los derechos humanos, y que tampoco se respeta la propiedad privada de los españoles residentes en el país ni, por supuesto, de los venezolanos. Conviene enterarse de los hostigamientos con los que el régimen chavista pretende dificultar la labor del alcalde de Caracas, para percatarse de que el asunto es grave.
Una cosa es que al gobierno español, dada la situación mundial, en la que la justicia importa poco y los intereses mucho, le interese echar mano del pragmatismo y negociar con los gobiernos nada recomendables de otros países y otra muy distinta mostrar tanta cercanía y comprensión hacia dictadores de la peor calaña. La complicidad de Chávez con ETA, al igual que con las FARC en el caso de Colombia, siempre está de parte de los terroristas, sitúa las cosas en un punto muy difícil. La dignidad de los españoles en general y de las víctimas del terrorismo en particular no debe ser pisoteada impunemente por un bufón insultante y jactancioso.
1 comentario:
Venezuela va a la deriva y la cosa tiene difícil solución, solo una revuelta podrá echar a Chávez
Publicar un comentario