No fue el dictador Pinochet quien dijo que “la palabra ha de estar al servicio de la política y no la política al servicio de la palabra”, sino el propio José Luis Rodríguez Zapatero. Creo que a Leire Pajín se le ha escapó esta máxima, quizá porque entonces no estaba en el cargo que le permite magnificar las cosas y avisar de los acontecimientos siderales.
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, Fidel Castro ha dicho que “en Cuba nunca se ha torturado a nadie”, cuando aún estaba caliente el cadáver de Orlando Zapata Tamayo, ¡hola, Willy! Armando Valladares, en cambio, prefiere darle otro uso a la palabra y lo que hace es contar lo que ocurre. ¿A quién creer? ¡Cielo Santo! ¿A un dictador o a un ex prisionero suyo?
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, cuando han pillado a Hugo Chávez con el carrito del helado, éste ha dicho: "Señor presidente, estimado amigo Zapatero, no tengo nada que explicarle y le exijo respeto a la soberanía del pueblo venezolano. Me parece una actitud muy ligera de un gobernante". Nótese que le ha llamado amigo, esa es la peor injuria, porque desde hace años era pública y notoria la relación de Chávez con ETA. Pero ahora, el gobierno español, no ha tenido más remedio que darse por enterado, ya no puede seguir haciendo como que no sabe, un contratiempo, que ya veremos cómo lo resuelve Moratinos. Desde luego que lo de retirar el embajador, como hizo en el caso de Honduras, no le acaba de gustar.
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, Zapatero dijo hace algún tiempo que Otegi era un “hombre de paz”. No obstante, un juez lo ha condenado a dos años de cárcel, por enaltecimiento del terrorismo. Por cierto, cuánto terrorista hoy: Otegi, Chávez, Castro…
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, Fidel Castro ha dicho que “en Cuba nunca se ha torturado a nadie”, cuando aún estaba caliente el cadáver de Orlando Zapata Tamayo, ¡hola, Willy! Armando Valladares, en cambio, prefiere darle otro uso a la palabra y lo que hace es contar lo que ocurre. ¿A quién creer? ¡Cielo Santo! ¿A un dictador o a un ex prisionero suyo?
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, cuando han pillado a Hugo Chávez con el carrito del helado, éste ha dicho: "Señor presidente, estimado amigo Zapatero, no tengo nada que explicarle y le exijo respeto a la soberanía del pueblo venezolano. Me parece una actitud muy ligera de un gobernante". Nótese que le ha llamado amigo, esa es la peor injuria, porque desde hace años era pública y notoria la relación de Chávez con ETA. Pero ahora, el gobierno español, no ha tenido más remedio que darse por enterado, ya no puede seguir haciendo como que no sabe, un contratiempo, que ya veremos cómo lo resuelve Moratinos. Desde luego que lo de retirar el embajador, como hizo en el caso de Honduras, no le acaba de gustar.
Como la palabra ha de estar al servicio de la política, Zapatero dijo hace algún tiempo que Otegi era un “hombre de paz”. No obstante, un juez lo ha condenado a dos años de cárcel, por enaltecimiento del terrorismo. Por cierto, cuánto terrorista hoy: Otegi, Chávez, Castro…
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