jueves, 28 de julio de 2011

Le habrá gustado a Pedro J.

El artículo de Anson, digo. Pedro J. es, sin duda, el mejor director español de la actualidad, pero quizá tenga mucho que ver en esta cuestión el demérito de los demás. Hay un detalle que confirma la valía del director de El Mundo, y no es otro que el infame vídeo con el que se pretendió acabar con su carrera periodística, a la vista de que no lo podían conseguir de ningún otro modo. Siempre me he negado a ver ese vídeo, porque no es de mi interés participar en una traición. Ni por esas pudieron con él. Aunque quienes hicieron el vídeo por ahí andan dando lecciones de moral.
Pero Anson, que ya se arrogó la potestad de catalogar al impresentable Felipe González como el mejor político español del siglo XX, cualquier día, si le conviene, puede decir que Pedro J. es el mejor periodista español, a excepción hecha de él mismo, de los últimos cien años. Anson también ha alabado públicamente a otros personajes poderosos, como Don Juan de Borbón o Emilio Botín, pasándoles por alto cosas que quizá no les ha consentido nunca a sus subordinados.
Los artículos de Pedro J. son interesantes, ¿cómo no iba a interesar lo que dice el mejor director de España?, pero se les nota que están escritos con la intención de que el lector se quede pasmado y con la boca abierta y rompa a aplaudir espontáneamente al acabar. Probablemente, uno de los que menos pasmado se queda es el propio Anson y es mucho suponer que su aplauso sea espontáneo.
Uno de los defectos de Pedro J. es que no se limita a contar lo que ocurre, sino que pone verdadero empeño en influir en la vida política y a inducir para que suceda lo que él desea. No parece un defecto menor, más bien es un lastre muy pesado.

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