El presidente catalán ha tomado las tijeras con energía y se ha puesto a recortar, y dicen que con ello le marca el camino a Mariano Rajoy. Pero las cosas no tienen por qué ser así. Artur Mas es nacionalista y, por tanto, su primera preocupación es la de vender humo. Los nacionalistas no tienen más opción que esa, porque de lo contrario se quedarían sin sus poltronas, ya que los ciudadanos se darían cuenta de lo que realmente les interesa.
Mariano Rajoy sí puede preocuparse por los problemas de los ciudadanos, y es lo que debería hacer. En lugar de recortar (más) los sueldos de los funcionarios, podría establecer unos destinos concretos a los fondos que transfiera a las Comunidades Autónomas. Es decir, si transfiere X euros a la sanidad catalana han de ser gastados exactamente en esto. Si el gobierno catalán quiere tener embajadas por el mundo, debería establecer un impuesto para este menester. Del mismo modo, las partidas que se destinaran a la Comunidad Valenciana deberían ser gastadas exactamente como estuviera establecido. Y el gobierno valenciano debería servirse de otros impuestos para financiar la Academia Valenciana de la Lengua o la Fórmula 1.
Y lo mismo con todas las Comunidades Autónomas. No se debería emplear dinero de los contribuyentes para financiar caprichos de los dirigentes, y si se hace, que sea de forma directa e inequívoca. Para que cada uno sepa lo que le cuesta la Fórmula 1 o el Sindic de Greuges, o cualquiera de esos inventos autonómicos.
El dinero de los contribuyentes debería ser gastado únicamente en cosas que interesan a los contribuyentes, o sea, en hacer que el dinero circule y que la vida económica vuelva a la normalidad. No debería el nuevo presidente del gobierno ensañarse con la parte más débil y más numerosa de la sociedad. Podría renacer, si obrara así, el movimiento de los indignados.
1 comentario:
El agujero que se encontró el Sr. Mas no se tapa con buenas intenciones.
Se ha dado cuenta que la unica solución es meter la tijera, aunque estoy de acuerdo que debería haber comenzado a recortar por otro lado.
El Sr. Rajoy cuando vea el agujero y observe detenidamente los ingresos y los gastos del estado
necesitará un milagro.
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