martes, 16 de abril de 2013

No leeré 'Adiós, Princesa'

Supongo que el autor del libro, pariente de Letizia, tiene derecho a escribir todos los libros que quiera, o que le permitan sus conocimientos.
Del mismo modo, soy de la opinión de que los libreros son libres para vender o no los libros de este autor. Hay que tener en cuenta que si la obra tuviera calidad literaria no es probable que las librerías se negaran a venderla, de modo que este es un dato digno de tener en cuenta.
Luego está mi propia libertad personal, por la que decido a qué cosas presto interés. En este caso concreto, y a pesar de que las cosas que conciernen a la Familia Real despiertan poca curiosidad en mí, en este caso quizá hubiera hecho una excepción si hubiera salido a la venta unos años atrás, cuando la popularidad de los príncipes y los reyes españoles era mucha.
En la actualidad, no parece que se precise mucho valor para sacarlo. Por decirlo claramente, viene a ser como una lanzada a moro muerto. El hecho de que el CIS no pregunte por la valoración que merece la Monarquía española viene a demostrar que se halla en el punto más bajo de su historia.
Particularmente, la forma de Estado me da lo mismo. Lo que realmente considero de interés es que haya democracia, con verdadera separación de poderes. Pero, si se tiene en cuenta que España es un país todavía bastante primitivo, cobra fuerza la tesis de que los símbolos son muy importantes.
En la actualidad hay una ola en contra de la Monarquía y, supuestamente, en pro de la República. De modo abreviado, podría resumirse en que se prefiere la forma de Estado francesa a la inglesa. Sin tener en cuenta que también se podría optar por la de Estados Unidos.
Lo que ocurre es que las armas las carga el diablo y los españoles tenemos muy poca experiencia democrática, por no decir que ninguna.

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