jueves, 25 de abril de 2013

El enemigo común con el que sueña José Borrell

En términos generales, José Borrell es uno de los políticos españoles con cuyas opiniones coincido más veces. Con la letra pequeña las discrepancias mis discrepancias con él ya son muchas, quizá todas.
En una de las cosas con la que estoy muy de acuerdo es con su europeísmo declarado. Se da el caso además de que su militancia no se debe, en este caso, a que es lo políticamente correcto, o la postura del partido, sino que la suya es una opción personal muy meditada.
Mi desacuerdo con él en este caso proviene de que se lamenta de la falta de un enemigo común que, de existir, convencería a los europeos de la necesidad de la unión.
Ese enemigo existe. Nos estamos jugando el Estado del Bienestar. Lo que ocurre es que los gobernantes no lo ven, o no lo quieren ver, como ocurría en el caso español con la burbuja inmobiliaria. Sólo la Unión Europea puede luchar, con posibilidades de éxito, por conservarlo. Las naciones que la componen no pueden competir, una por una, con los gigantes mundiales.
De momento, y en lo respecta a España, ya hemos perdido muchas de las mejoras sociales que fueron ganadas a base de esfuerzo y sacrificio. Y la amenaza se cierne ahora sobre las pensiones, presentes y futuras. ¿Se atreverá Rajoy a tanto? Pues sí, a lo que no se atreve es a contrariar a Fainé, Botín y otros similares. ¿Y qué hace la izquierda? Pues alentar escraches y algaradas callejeras.
En Francia no parecen estar mejor. Hollande ha tomado una de las pocas medidas buenas de las que tomó Zapatero y se ha encontrado con una resistencia inesperada. Eso da idea del modo improvisado con que se gobierna y de lo poco que colaboran las oposiciones en el bien común. Parecen pensar siempre en el rédito electoral.
En toda Europa faltan líderes que expliquen las cosas a la gente y que tomen medidas en beneficio de la sociedad y no de unos intereses concretos.

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