martes, 30 de abril de 2013

Positiva para la banca

En un chiste antiguo le llega el turno a alguien en la aduana y el aduanero le pregunta: ¿Qué lleva en la maleta? Comida para cerdos, responde el interpelado. El aduanero abre la maleta y comprueba que está llena de pequeños electrodomésticos, y dice: ¿Esto es comida para cerdos? Y le contesta el otro: Yo se lo daré; si no se lo comen lo tendré que vender, claro.
De donde se desprende que eso de que los cerdos comen de todo es una leyenda urbana. Hay cosas que no les sientan bien. Tragaderas más amplias tienen los bancos. Hace algún tiempo, fue condenado a sólo tres meses de cárcel Alfredo Sáenz. Hizo algo muy feo. Si lo hubiera hecho Marujita Díaz se moriría de vergüenza. A pesar de la condena no dimitió de su cargo, y ese hecho tuvo que ser considerado positivo para la banca, porque de no ser así se le hubiera obligado a dimitir. Y una vez que se ha producido la dimisión también es positivo para la banca.
Zapatero fue un presidente muy preocupado por los pobres. El término “los pobres” es muy amplio. Se puede ser muy rico en unas cosas y muy pobre en otras. De modo que si decidió indultar, e incluso más que indultar, porque se excedió en sus atribuciones, cabe interpretar que lo vio como pobre. Zapatero, aunque parezca lo contrario, tiene vista de lince. No vio venir la crisis, pero sí el modo de ganar las elecciones primero y de hundir para siempre a Rubalcaba después.
Rajoy también quería indultar a este banquero, pero sin que se notara. Como buen gallego, no ha dejado ver si se fija en su lado pobre o en su lado rico. Finalmente, no ha podido ser. Quizá, quizá, se le aconsejado que dimita, porque a destituirlo no se atrevía nadie.
De todos modos, no parece que el tal Sáenz vaya a pasar hambre.

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