jueves, 15 de enero de 2015

Camps de nuevo al banquillo

Tal día como hoy fue asesinado Manuel Broseta Pont. Esos animales que quieren que los etarras salgan de la cárcel deberían ser conscientes del enorme daño que la banda terrorista ha causado a España. Al que quiera justificar la existencia de la banda hay que mandarlo inmediatamente a la mierda.
Broseta habría sido el presidente de la Generalidad. Al no estar él, lo fue Zaplana, que eligió a Camps para sucederle. Zaplana inventó Terra Mítica, la Academia Valenciana de la Lengua y otras necedades que nos han salido muy cara. Lo de Camps fue el desbordamiento total. Si Zaplana es un pillo de manual, lo de Camps es megalomanía pura. Se inventó un nuevo Estatuto que nadie pedía e incrustó en él a la nefasta y fenicia Academia Valenciana de la Lengua. Un disparate carísimo.
Fue al banquillo por una cuestión menor, la de los trajes, que la ridícula oposición que tuvo siempre trató de aprovechar a su manera: Trajes para todos, decían. A la oposición le sentó mal que fuera absuelto y algún melenudo reivindicó en su columna el honor de Camps. Pero había más de las que hablar. Cuando fue imputado Camps se defendió enseñando una encuesta que le daba ganador. Cuando el juez instructor le preguntó algo respondió que todos los valencianos le deben mucho, porque ha sacado la Comunidad adelante.
Se hizo acompañar por todos sus consejeros (sólo faltó Rafael Blasco), y Rita Barberá estuvo con él, con evidente afán protector. Tampoco Rita Barberá ha dicho nada en contra de Olivas, el puente entre Zaplana y Camps.
Y ahora sale lo de Valmor. Quizá vaya al banquillo, o acaso no. Pero a los valencianos este asunto les ha costado mucho dinero. Camps, al que Rajoy, en sus últimos tiempos como candidato, ponía como ejemplo de buen gestor, fue tan catastrófico para los valencianos como Zapatero para los españoles. Y probablemente todavía tiene secretaria, coche oficial y chófer.

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