jueves, 8 de enero de 2015

Por Charlie Hebdo

Si en los países democráticos nos podemos permitir una serie de ironías que nos hacen la vida más cómoda, puesto que nos mantienen fuera de esa cárcel que suponen las rigideces ideológicas o religiosas no es porque hayamos nacido demócratas.
Para llegar a ser demócrata, o sea, tolerante, civilizado y con una gran capacidad para la duda, ha habido que recorrer un camino muy largo, que muy a menudo ha estado regado con sangre. Y cuando parece que lo hemos logrado, o estamos cerca de conseguirlo, llegan otros, que todavía están en la prehistoria, o sea, en su rígida cárcel ideológica, y vierten más sangre.
Eso de que hemos llegado a la meta y podemos descansar es un mito. Siempre hay que luchar por la vida. Si unos países han llegado a la democracia, que hoy por hoy es lo más civilizado que hay, otros están muy lejos de conseguirlo todavía. Por envidia, Caín mató a Abel, y eso significa que es Caín el que sigue vivo. Caín sigue matando, porque la envidia no se acaba nunca.
Pero la envidia no es la única explicación. La búsqueda del poder viene a completar el cuadro. Quienes adoran al Poder, y no parece casual que un nuevo partido español haya elegido como nombre 'Podemos', lo primero que aprenden es a manipular a las masas. Y no es el único partido español que basa su estrategia en el terror, «el miedo va a cambiar de bando». La manipulación y el terror forman parte del juego político. Los adoradores del poder, y todos son iguales, son los que fomentan el fanatismo.
Hay que defender la democracia y la libertad de expresión por encima de todo. Algunos han dicho que no se puede estar provocando al Islam todo el tiempo. Hay periódicos españoles, sumisos al Poder, que condenan el atentado, pero se desmarcan de la línea de Charlie Hebdo. Es lamentable. Charlie Hebdo tiene razón. Lucha por ellos, por todos. Y lo ha pagado caro. Charlie Hebdo sabe que no podemos ceder ni un centímetro, porque detrás de uno viene otro y luego otro y al final volveremos todos a la edad de piedra.
Por Charlie Hebdo, sin fisuras. Absolutamente y con agradecimiento.

No hay comentarios: