viernes, 2 de marzo de 2007

¿Enseñan los libros?

Se suele decir que todos los libros enseñan algo y damos por cierta la frase. Pero el mejor libro es la propia vida y quien no aprende de ella, difícilmente podrá sacar enseñanzas de los libros. Buscamos en nuestras lecturas aquello que ya hemos observado o intuido en nuestra existencia. Buscamos nuestros pensamientos desarrollados o vislumbrados desde otros puntos de vista. Y nos congratulamos si nos sentimos capaces de conmovernos con un pasaje que exprese sentimientos elevados o de singular belleza. Pero no todos los libros son dignos de leerse ni es posible evadirse de la sensación de haber perdido el tiempo tras la lectura de más de uno. En sus Grandes Almacenes de hoy, de Las Provincias, Rafa Marí da noticia de uno infame. Dados los párrafos que transcribe hay que darle la razón en este punto. Y convenir con él en que probablemente el autor se escude tras un pseudónimo. Pero no comparto su idea de que es imposible que su libro encuentre compradores. No debería descartar este extremo tan tajantemente. Por su parte, Arturo Pérez-Reverte, en su Patente de Corso, de El Semanal, contó el domingo pasado que había echado al mar siete u ocho tomos, no recuerdo el número exacto, de un autor inglés no muy ético, puesto que se las inventa como quiere. Dice que estaba leyendo una novela de ese autor, los anteriores los tenía en el lugar menos noble de su estantería, porque no lo consideraba bueno, cuando determinó echarlos todos por la borda. Probablemente, esos libros tampoco merezcan el honor de ser tragados por el mar. Quizá lo mejor hubiera sido regalárselos a algún vendedor del rastro. Pero lo que sugiere ese artículo es que al autor le falló el olfato. Tras haber leído seis o siete libros de ese fulano, aún tenía otro entre manos. Hay infinidad de libros publicados y leer uno de un autor del que desde el primer momento se debía de haber sabido que no podía aportar nada, es una total y absoluta pérdida de tiempo. Puedo aceptar que una vez comenzado un libro haya que llegar hasta el final, para no quitarle demasiado pronto al autor la posibilidad de justificar que lo haya puesto a la venta. Pero una vez visto que no hay nada, no se debe malgastar el tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues es cierto, pero si existen libros que enseñan, he leido varios de esos y seguramente existen mas aun.

Todo depende del autor.