lunes, 12 de marzo de 2007

Lista de ricos

Llevaba unos días dándole vueltas a la lista de los más ricos del mundo, sin decidirme a escribir sobre ella. Como no conozco a ninguno de sus integrantes, ignoro si además de ricos son rencorosos. El director de un periódico puso a caer de un burro a un rico y al día siguiente escribió otro artículo en el que hablaba muy bien de él. Pero hoy Manuel Alcántara ha escrito en su columna lo que sigue:
Por lo general, los españoles que han juntado más dinero son personas maduras, algunas tirando a podridas.

Que a uno le hagan reír cuando comienza el día, merece agradecimiento. Con respecto a los honores y las riquezas, Teresa de Jesús tiene escrito lo siguiente:
Estando en el monasterio de Toledo y aconsejándome algunos que no diese enterramiento en él a quien no fuese caballero, me dijo el Señor: “Mucho te equivocarás, hija, si miras las leyes del mundo. Pon los ojos en Mí, pobre y despreciado de él. ¿Por ventura serán los grandes del mundo grandes delante de Mí? O ¿habéis vosotras de ser estimadas por linajes o por virtudes?”

El ser humano puede ser visto desde muchas perspectivas. Quien resulta admirable desde algunas de ellas, puede resultar lo contrario desde otras. Lo que no se nos ha explicado acerca de los componentes de esa lista de ricos es lo que ha aportado cada uno de ellos al bien común, a la humanidad en suma. Y es que probablemente sería mucho más difícil confeccionar la lista de los mayores benefactores vivos de la humanidad. Claro que para confeccionar esa lista de benefactores habría que ir con sumo cuidado. No sólo intentarían estar en ella, y lo mejor lo conseguirían, algunos ricos, sino también algunos otros que siendo su ocupación principal la de enredar aun pretenden hacer creer que nos hacen un favor. Así que no tendremos más remedio que seguir conociendo la lista de los ricos, que es la que menos cuesta de hacer y la que más beneficios puede producir a sus creadores.

1 comentario:

María Paz Díaz dijo...

Para ser rico tienes que ser impermeable a la necesidad de los demás, o lo darías todo.

Además tienes que servir al dinero que tienes, debes dedicarle tu esfuerzo, tu vida, invertirlo, cuidarlo, o se te escapará de las manos.

Eso te hará una persona egoista, interesada y fria.

Cuando seas así el dinero se quedará contigo, en absoluta soledad.