Dice Zapatero que el diálogo con la banda etarra, incorrectamente llamado “proceso de paz”, ha salido mal, pero que su deber era intentarlo. Y yo me imagino que hay una gran cantidad de cuestiones que tiene la obligación de resolver, y en esto creo que Rajoy puede andar parejo con él, que ni siquiera piensa abordar, sencillamente porque no producen ningún aumento de las espectativas electorales. A una cosa inmoral, ya que no de otro modo se puede calificar el trato con los asesinos, se le llama deber y con ello ya se espera que nos quedemos todos descansados. Ahora, el gobierno ha ordenado que se endurezca el trato a los presos de la banda y esto es otro modo de dialogar con el terrorismo. ETA no tiene ningún derecho, ni moral ni legal, a existir. Por tanto, no se puede reconocer legalmente su existencia. A los presos de la banda se les debe dar el trato que marcan las leyes, ni mejor ni peor. Cualquier variación con respecto a los demás presos constituye un avance para la banda. No fue muy correcto, en este sentido, el numerito de soltar a Otegi después del despliegue que se hizo para detenerlo, tras su chulería. Al final, ha terminado en la cárcel, que es su lugar natural. No nos engañemos, no es un hombre paz, ni es nada. Es un granuja al que las circunstancias han proporcionado una notoriedad que por sí sólo no hubiera logrado nunca. Tampoco el gobierno debió dar nunca oportunidad a De Juana a que menospreciase a los perros. Ni mandarle a un hospital que habrá habido que desinfectar después. Su novia quiere casarse con él y mejor haría agenciándose precisamente un perro, pero prefiriendo al etarra da idea de cómo es ella. El deber de Zapatero es ilegalizar a ANV antes de que los concejales de este partido tomen posesión, pero hacerlo significa reconocer un error. Hacer lo que se debe es propio de estadistas.
1 comentario:
te mereces un monumento,cuantas verdades has dicho y que bien argumentadas.
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