domingo, 10 de junio de 2007

Federico Félix

Federico Félix ha hecho unas, en general, sensatas declaraciones a Rafa Marí, en Las Provincias. Algunas de sus afirmaciones, no obstante, son francamente discutibles. Por ejemplo:

-Holgada mayoría para Camps. ¿Qué le pediría al presidente?

-Que comparta las ideas del mundo empresarial. Lo que es bueno para la empresa, es bueno para el conjunto de la sociedad.


El mundo empresarial no tiene el porqué ser el ombligo del mundo. Francamente, creo que la tarea de los maestros es mucho más importante y de entre de los maestros prefiero a aquellos empeñados en explicar e inculcar el concepto de la libertad, los cuales no creo que sean muy del agrado de los empresarios.
Atribuye el Sr. Félix ideas al mundo empresarial. He aquí una: “el poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente”. Es poco el poder que puede tener un trabajador sobre un empresario. En cambio, a veces, el poder de un empresario sobre un trabajador puede ser absoluto. Conocí un trabajador, del sector de la madera, de muy pocas luces pero muy leal y cumplidor. Serraba madera en condiciones insalubres, sin cesar y trabajando más horas de las estipuladas. Cuando a la empresa le fueron mal las cosas fue al primero que despidieron y sin contemplaciones. Lo conocí siendo portero de una finca del centro de Valencia y me contó la historia con lágrimas en los ojos. La escalera la tenía como los paños del oro. Aparte de eso, no se negaba a hacer ningún recado. Conozco a alguien en Madrid sumamente inteligente, número uno en su promoción, y que ha desempeñado cargos de gran responsabilidad en su empresa y que, por un cambio en la presidencia, se ha visto de pronto relegado y maltratado, con el fin de que abandone la empresa. Siempre encuentran excusas para gritarle. Si hace las cosas, le gritan porque pone mala cara. ¿Y qué cara puede poner?
El Sr. Félix debe comprender que los empresarios tienen su función, pero no hay pruebas de que la desempeñen con mayor empeño altruista que los médicos, maestros, trabajadores o asistentes sociales, por ejemplo. Por tanto, no debería pedir privilegios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡La libertad de los dueños¡ En estos días el mundo asiste a la reiteración de este concepto, muy bien enmascarado.
Los dueños no aceptarán nunca que los sin nada puedan ejercer de alguna forma su punto de vista.
Dinero es poder. (Zenia)

http://imaginados.blogia.com

Unknown dijo...

Dinero no es poder, el poder es otra cosa.

Anónimo dijo...

el poder es genetico,por lo tanto el dinero carece de toda importancia