Quizá el apagón de Barcelona haya hecho pensar a los directivos de Gas Natural que aun ofrecieron demasiado dinero por Endesa. Por mi parte, no sé si decir que vergonzoso que la eléctrica no hubiera previsto nada, pues temo ser injusto. ¿Se había preocupado el ayuntamiento de la ciudad condal por lo que pudiera pasar? ¿Lo había hecho el gobierno de la Generalidad? Si que había reparado, tiempo atrás, Gas Natural en que Endesa era una ganga. La gente se fija en unas cosas y se le escapan otras. Ahora la ganga es Pizarro y su lucha por evitar la OPA de Gas Natural. El accidente ha ocurrido en Barcelona, como podría haber sucedido en Cuenca, aprovechando que ahora no está Bono para hacer demagogia. Es terrible, porque familias humildes habrán perdido todo lo que tenían guardado en el congelador. Veremos quién se lo paga y cómo prueban lo que tenían allí. Y la cuestión es ésa: hoy en día no interesa hacer las cosas bien, sino que parezca que se hacen bien. Aumentar el número de clientes interesa más que atender a los que se tiene. Ahorrar costes es fundamental. Mantener la ilusión, o la tranquilidad, en los accionistas, y no lo digo por Endesa sino en general, importa más que el trabajo bien hecho. Ahora importa más vender que lo que se ha dado en llamar burocracia. En consecuencia, se vende mal y se trabaja peor. Quizá tenga que ver con el hecho de que se han sustituido las palabras, celo, esmero, cuidado, atención, etc., por profesionalidad.
Ha ocurrido en Barcelona y no en Alicante y ahora toca vengarse de todas aquellas luchas por el control de Endesa. Y aquello a lo mejor fue mucho más grave que el apagón, que ya lo es bastante. Tampoco el Gobierno ni Endesa habían previsto lo que podía pasar. ¿Alguien en este país se preocupa por el resultado de sus acciones? ¿Lo previó Aznar cuando decidió alinearse con Bush? ¿Lo previo Zapatero cuando prometió todo a Maragall o cuando decidió negociar con ETA? Dicen que hay muchos políticos y financieros que frecuentan adivinos y echadores de cartas.
Ha ocurrido en Barcelona y no en Alicante y ahora toca vengarse de todas aquellas luchas por el control de Endesa. Y aquello a lo mejor fue mucho más grave que el apagón, que ya lo es bastante. Tampoco el Gobierno ni Endesa habían previsto lo que podía pasar. ¿Alguien en este país se preocupa por el resultado de sus acciones? ¿Lo previó Aznar cuando decidió alinearse con Bush? ¿Lo previo Zapatero cuando prometió todo a Maragall o cuando decidió negociar con ETA? Dicen que hay muchos políticos y financieros que frecuentan adivinos y echadores de cartas.
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