miércoles, 25 de julio de 2007

Iberia, según Saramago

La historia es fluyente, como el agua de los ríos. Va en una dirección, aunque la especie humana se empeña en frenar o entorpecer ese fluir. Al género humano le gusta creerse poderoso, pero le resulta imposible frenar la fuerza de la corriente. Es imposible que el mundo acabe dividiéndose en tribus, como fue en un principio. Pero tampoco la Unión Europea avanza al ritmo ideal. Una mente brillante, como es la de Saramago, ha tenido ocurrencia de referirse, en términos elogiosos, a una eventual unión entre España y Portugal, que se convertirían en una sola nación, adoptando el nombre de Iberia. Siguiendo criterios lógicos únicamente la idea no tiene nada de descabellado. Ambos países, España y Portugal, forman parte de la Unión Europea, por lo que en muchos sentidos ya forman una unión. Todo parece indicar, porque el devenir de los acontecimientos mundiales empuja a ello, que la Unión Europea, aunque más tarde de lo que sería deseable, acabe por ser una sola nación. En este presupuesto, la unión entre España y Portugal no vendría a ser más que un pequeño adelanto de los acontecimientos futuros. Esa unión no tendría el porqué añadir mucho a lo obtenido con la adhesión a la Unión Europea. Pero la psicología tiene un papel importante y quizá propiciara que muchos españoles de repente descubrieran al vecino país y decidieran ir a conocerlo. Quizá desatara una cierta dosis de euforia en ambos países. Algunas empresas españolas se instalarían en Portugal y viceversa. Probablemente serían más los efectos beneficiosos y, entre otros, habría que añadir que serviría como ejemplo para los demás países de la Unión. Pero también la psicología juega en contra. Ese tener que renunciar al nombre de España sería impensable e irrenunciable para algunos, que desconocen que quienes luchando por España, o por otro país, lo han hecho por una causa justa, en realidad se han esforzado en beneficio de la humanidad. También en Portugal se pueden encontrar muchas pegas. Pensando únicamente en beneficio del ser humano, ninguna de todas es defendible.

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