Con la remodelación del gobierno Zapatero cree haberse puesto los zapatitos. En realidad ha demostrado el apego al poder que caracteriza a los ordinarios. Ya antes había anunciado, en el lugar más inadecuado y en el momento más inoportuno, la ya famosa paga de 2500 euros para quienes tengan o adopten hijos. Este anuncio debió haberse hecho en otro momento, de modo concreto y con mayor lujo de detalles. Quizá hubiera sido conveniente plantearse dar la ayuda en función de los ingresos familiares de los beneficiarios. En lo que respecta a los nuevos ministros, también parece evidente que debieron haberse nombrado al menos hace dos años. En principio, es difícil saber si Bernat Soria será tan buen ministro como científico, aunque si ha aceptado el cargo es porque se siente capaz. Aunque también tendrá difícil alcanzar en su nuevo cometido el mismo nivel que ha logrado en la ciencia. De cualquier modo, pocas cosas podrá hacer en el tiempo que queda. Quizá algunos sectores eclesiásticos vean, indebidamente, este nombramiento como una provocación. No hay tal. Una cosa es que sea tardío y otra que se pueda considerar ilegítimo. En todos los nombramientos concurre la escasez de tiempo para que puedan desarrollar sus iniciativas, salvo quizá Elena Salgado, que haya ido a Administraciones Públicas con una misión concreta. Habrá que esperar acontecimientos para saber por donde van los tiros. Más fácil resulta afirmar que si Zapatero opta por enviar a Jordi Sevilla a la Comunidad Valenciana demuestra que no tiene ni idea de lo que ocurre por aquí. Es lógico su despiste en este asunto puesto que solicitó informes a Joan Lerma. Seguro que éste no le contó que durante su mandato se dedicó a ir eliminando a todos los que creía que podían hacerle sombra y acabó por dejar convertido en un solar el partido socialista valenciano. Cuando los políticos sólo piensan en el poder, los ciudadanos pasamos a ser instrumentos que manejan. Sube la vivienda, no se acaba con ETA, decrece el nivel adquisitivo, crece el rencor entre las Comunidades Autónomas, etc.
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