lunes, 30 de julio de 2007

Situación desesperada en Iraq

Uno de cada tres iraquíes necesita ayuda urgente. Una gran cantidad de niños padece malnutrición. La casi totalidad de los menores tienen problemas de aprendizaje. Ahora sería muy fácil decir que este es el resultado de la guerra, lo cuál sería una verdad a medias. Lo que ha hecho la guerra es empeorar lo que había, que no era nada halagüeño. Quizá parte de la población que padece necesidad sea partidaria de Sadam, pero eso tampoco debería servir para tranquilizar ninguna conciencia. La lección es que las guerras nunca arreglan nada. Pretender que invadiendo Iraq y deponiendo al dictador se iba a resolver algo, es a estas alturas de la historia una soberana estupidez. Es cierto, no obstante, que se hicieron muchas protestas en contra de la guerra. Pero también es verdad que en buena parte de quienes protestaban se traslucía más odio a Bush y Aznar que interés por los iraquíes. A éstos no les sirve de nada ese odio. La verdad es que no existe un excesivo interés por la justicia en el mundo. Los propios políticos saben que tocando la fibra egoísta consiguen muchos votos. La sed de justicia, el verdadero interés por solucionar los problemas del mundo es lo que hubiera podido arreglar paulatinamente los problemas de los iraquíes. Es mucho fácil declarar la guerra, sobre todo si la superioridad militar es total. Parece ser que cuando el ser humano tiene algo que conservar, pierde parte de su interés por los demás. El malestar por lo que ocurre en Iraq es más bien teórico. A la hora de votar, los ciudadanos del mundo que llamamos civilizado lo hacemos más egoístamente que buscando la opción más justa. Debido a ese egoísmo, la construcción europea avanza mucho más lentamente de lo que sería deseable. Si la Unión Europea fuera un hecho, sería más fácil ejercer algún tipo de influencia en la zona, e incluso es improbable que la guerra hubiera sido declarada. No vale echar todas las culpas a Bush, o a Estados Unidos, cuando los demás tampoco hacemos lo que deberíamos hacer.

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