¿O habría que decir ex condenado por asesinato? Un medio se ha referido al ponente como ex terrorista, y en la medida en que ya no existe la banda terrorista bajo cuyas siglas fue asesinado el industrial catalán José María Bultó, el apelativo es cierto, aunque induce al error de que el participante en el asesinato se ha arrepentido.
El título de la ponencia, “La lucha clandestina por la independencia”, deja bien a las claras que no. Pero ¿por qué hay que luchar por la independencia y por qué esa lucha ha de ser clandestina? ¿Quién quiere la independencia? ¿Cuáles son los Países Catalanes? ¿Por qué las mentes enfermizas encuentran tantos apoyos de organismos oficiales? Todo este tinglado organizado alrededor de la idea de los Países Catalanes se hubiera agotado hace mucho tiempo si no hubiera contado con dinero público.
Otra curiosidad sobre la conferencia es que el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes, ha catalogado al conferenciante como el preso político catalán que más tiempo ha pasado en prisión. De modo que este tal sindicato, que desde luego no ha surgido porque la sociedad lo demande, sino que más bien intenta adoctrinar a la sociedad, califica como preso político a quien ha sido condenado por asesinato.
El condenado por el asesinato de José María Bultó no está arrepentido, pero si todavía estuviera en la cárcel quizá hubiera meditado más sobre el asunto y quizá se hubiera dado cuenta de que matar no está bien. Quienes diseñaron nuestra democracia, optaron por la ñoñería de que las penas de cárcel han de estar orientadas a la reinserción, cuando siempre no puede ser así, y en el caso de los terroristas es una medida contraproducente, que provoca además muchas situaciones indeseadas. Los artífices de la Transición, por otra parte, en lugar de devolver el poder al pueblo se lo otorgaron a los partidos; por eso, en lugar de servir a los ciudadanos, optan por pastorearlos. De otro modo no sería posible la chorrada de los Países Catalanes.
El título de la ponencia, “La lucha clandestina por la independencia”, deja bien a las claras que no. Pero ¿por qué hay que luchar por la independencia y por qué esa lucha ha de ser clandestina? ¿Quién quiere la independencia? ¿Cuáles son los Países Catalanes? ¿Por qué las mentes enfermizas encuentran tantos apoyos de organismos oficiales? Todo este tinglado organizado alrededor de la idea de los Países Catalanes se hubiera agotado hace mucho tiempo si no hubiera contado con dinero público.
Otra curiosidad sobre la conferencia es que el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes, ha catalogado al conferenciante como el preso político catalán que más tiempo ha pasado en prisión. De modo que este tal sindicato, que desde luego no ha surgido porque la sociedad lo demande, sino que más bien intenta adoctrinar a la sociedad, califica como preso político a quien ha sido condenado por asesinato.
El condenado por el asesinato de José María Bultó no está arrepentido, pero si todavía estuviera en la cárcel quizá hubiera meditado más sobre el asunto y quizá se hubiera dado cuenta de que matar no está bien. Quienes diseñaron nuestra democracia, optaron por la ñoñería de que las penas de cárcel han de estar orientadas a la reinserción, cuando siempre no puede ser así, y en el caso de los terroristas es una medida contraproducente, que provoca además muchas situaciones indeseadas. Los artífices de la Transición, por otra parte, en lugar de devolver el poder al pueblo se lo otorgaron a los partidos; por eso, en lugar de servir a los ciudadanos, optan por pastorearlos. De otro modo no sería posible la chorrada de los Países Catalanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario