Artur Mas, que parece de la escuela de Felipe González (ni Flick ni Flock), ha dicho, con respecto a la supuesta financiación irregular de su partido, que no hay ni habrá pruebas. Quizá sea así, pero el caso Félix Millet es elocuente. No puede haber hecho tantas cosas como se le imputan y durante tanto tiempo sin que se entere nadie. Una administración eficiente hubiera establecido numerosos controles y si esos controles fallaron sus responsables debieron dimitir y si no había controles, deberían dimitir quienes no los pusieron.
Nada de eso ha sucedido, el deporte, llamémoslo así, que se ha practicado ha sido el de maldecir a Millet. Incluso la cautiva, por subvencionada, prensa catalana se ha dedicado a lo mismo. No ha surgido ningún editorial conjunto, ahora que están de moda, ni por libre, exigiendo, como es de rigor, las dimisiones o destituciones que la lógica y la decencia demandan.
Pasqual Maragall habló en su día del tres por ciento, y ya se ve que se quedó corto, y Artur Mas en lugar de retarle a demostrarlo le urgió a desdecirse, cosa que hizo el indicado, quedando ambos en evidencia, y también los columnistas apesebrados que les defendieron. El tantas veces aplaudido personaje que llevó a la Banca Catalana a la quiebra y a sus accionistas a perder mucho dinero, Jordi Pujol, dijo hace unos meses, refiriéndose a ciertas acusaciones de corrupción, que todos se podían hacer mucho daño unos a otros.
Ni siquiera es necesario hablar de las escandalosas subvenciones de la Generalidad catalana a la Accio Cultural del Pais Valencia, en línea con los escandalosos gastos de la clase política de otros lugares, ni del obsceno comportamiento de ese Carod Rovira que se alegra mucho de ser tan odiado en España. A tal señor tal honor.
La putrefacción del sistema político español, en general, clama al cielo, por más que los artífices de la Constitución se entreguen a continuos ejercicios de autocomplacencia, sin querer darse cuenta de los graves errores que cometieron.
'Red de mentiras' 'La esposa del Rey de las Curvas'
'Los Borgia'
'La ciudad desplazada'
'Tus colores son los míos'
'El filósofo entre pañales'
'Dichos, comparaciones y frases populares'
No hay comentarios:
Publicar un comentario