No cabe duda de que hablando en términos financieros, Eduardo Zaplana ha triunfado. Pasar de aquel despacho de abogados que tenía en Calpe al que tiene ahora en la empresa privada es todo un éxito. Y de las informaciones que llegan a través de la prensa se deduce que es improbable que pase apuros económicos jamás. Pero en su travesía de uno a otro despacho nos ha dejado baldados a los valencianos. Baste para ello citar dos inventos suyos que nos cuestan muchos millones: la Academia Valenciana de la Lengua y Terra Mítica.
Francisco Camps no es ajeno a nada de eso. Estaba en el gobierno de Zaplana cuando se perpetraron ambos errores y durante su mandato, que tan largo se está haciendo y que amenaza con prolongarse, no ha hecho nada por enmendarlos. De hecho, su gestión es tan catastrófica que la Comunidad Valenciana se ha quedado sin sus dos Cajas de Ahorros, que hasta hace poco eran la tercera y la cuarta de España. Lo peor de todo es que como se resiste a reconocer que su presidencia ha sido nefasta, podría que ser que en lugar de ayudar a la integración de la CAM en la alianza en que estaba inmersa se ha enrocado en su indefendible posición, impidiendo que pudiera llevarse a cabo. Tan perjudicial como la dirección de Camps cabe considerar a la de Joan Lerma, ya que algunas de sus decisiones asustaron tanto a los valencianos que les han quitado las ganas de volver a votar a los socialistas. Los sucesores de Lerma en el timón de su partido no han sido capaces de superar este escollo, de modo que en la Comunidad Valenciana el gobierno es malo y la oposición no existe.
Francisco Camps culpa de la situación al Banco de España y al gobierno de Zapatero, porque negaron la crisis. Pero, ¿y él? Hasta los hospitales públicos pueden quedar desabastecidos. Continúa con las grandes obras, como si nada, pero los proveedores no cobran. La deuda de la Generalidad Valenciana es muy alta. No previó la crisis, no anticipó medidas, no le importa que los valencianos pobres sufran, ya que continúa derrochando dinero en cosas que no son imprescindibles. Tampoco ha podido salvar a la CAM y pretende hacer creer que la culpa no es suya. No es sólo suya, pero posiblemente es el que más culpa tiene.
1 comentario:
Mal se lo pones a los valencianos.
Aunque el acoso y derribo de Camps ha sido excesivo, yo creo que la comunidad valenciana necesita una regeneración política, nuevas caras en los dos partidos.
Un saludo
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