Cataluña, la primera

Como era esperado por todos, Cataluña ha sido el primer lugar en el que se aplicará lo que ha dado en llamarse copago. Una barbaridad. Nos exprimen y encima nos toman el pelo. Digo “nos” exprimen porque pronto nos llegará a los demás esa nefasta moda de cobrarnos por algo que ya hemos pagado.

Es lógico que la medida se haya tomado en primer lugar en Cataluña. En primer lugar, porque el gobierno anterior era de distinto signo de modo que se le pueden echar todas las culpas y como en la Comunidad Valenciana, en donde no se puede culpar a otros de la ruina. Y en segundo lugar, porque dado que estamos bajo una dictadura de partidos, los nacionalistas vienen pudiendo imponer su ley. Los nacionalistas necesitan dos cosas sin las cuales no pueden prosperar: imponer y prohibir. Si se tiene en cuenta que los españoles estamos acostumbrados a obedecer, dado que no conocemos más que absolutismos y dictaduras, se comprende que los nacionalistas hayan podido maniobrar a su antojo.

Tampoco conviene olvidar que el dichoso copago se ha impuesto en Cataluña con la ayuda del PP. Y esto es más grave. Gran parte de la culpa de la culpa de los graves desequilibrios financieros de España la tiene el Estado de las Autonomías, bien concebido, pero mal resuelto y peor desarrollado. Habría que redefinirlo, como tantas otras cosas de nuestro sistema político, pero si resulta que el gobierno pacta con un partido nacionalista eso significa que no tiene intención de cambiar nada.

Por cierto, hace poco, se dio a conocer la noticia de que los más de 600 asesores de Zapatero, que nadie sabe ya para qué servían, siguen cobrando sus nóminas. Y es que los recortes van por barrios: mientras unos han sufrido en sus salarios hachazos cercanos al 40 por ciento, nada del 5, otros siguen como si nada.

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