Y
digo curiosa por no decir deprimente, pues dada la catastrófica
situación que vivimos lo ideal sería tener unos partidos
responsables a cargo de la situación, caso que no se da, como
tristemente vamos comprobando día a día.
El
PP es el partido que gobierna y, por tanto, el que debería tener un
comportamiento más responsable. Sin embargo, acusa a UPyD de haber
reservado cobardemente a Rosa Díez, en la comparecencia de Rodrigo
Rato, y de haber enviado a Irene Lozano a insultar a éste. Los
políticos hacen el ridículo con sus tonterías y luego no es que no
se avergüencen, es que aún creen que lo han hecho bien. Habría que
establecer algún tipo de examen previo para los aspirantes a
políticos.
En
este caso, el PP ha actuado de forma sectaria, en defensa de uno de
los suyos, Rodrigo Rato, desatendiendo los intereses de la Nación
que tiene encomendados.
El
caso Bankia no es ninguna broma. Rodrigo Rato ha demostrado, de
nuevo, que es un bluf. Le echa la culpa a MAFO, con lo cual reconoce
su egoísmo. Si MAFO impuso una fusión que no le parecía correcta y
tampoco podía impedir, debería haber dimitido. Pero prefirió
seguir en el cargo, quizá porque la remuneración era muy buena y,
sobre todo, porque proporciona mucho poder. Siguió en el cargo y
embarcó a una gran cantidad de gente, al inducirla a comprar
acciones con una publicidad que no se correspondía con lo que
sabemos ahora, en la azarosa aventura de este engendro bancario al
que ya se le quiere hasta cambiar el nombre.
Y
el PP defiende a Rato. ¿Cómo quieren que los mercados crean al
gobierno español con esa actitud? ¿Quién insulta a quién? ¿Quién
perjudica a los españoles? En el caso de Bankia, el pueblo español
debe mucho a UPyD.
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