Una
de las características de los españoles que no cambia es la que
refiere a su carácter dictatorial. Y no cambiará mientras no
tengamos democracia.
Raro
es el español que no disfruta imponiendo normas a quienes puede.
Cosa que también le obliga a pasar por el aro y obedecer las que
ponen otros. Y todas estas cosas se hacen de modo natural, sin
comprender que constituyen faltas de respeto a los demás.
Incluso
entre los profesores universitarios, que deberían ser modelos de
democracia, se da esta tendencia. Hacen sus estudios, llegan a una
conclusión que quizá les conviene, y emiten un dictamen o norma con
la pretensión de que todo el mundo lo acate.
Hay
países, democráticos, que no tienen lengua oficial. ¿Por qué la
tenían que tener? Las lenguas sirven para la comunicación y cada
cual se comunica como sabe y puede. Resulta fácil convenir en que la
lengua que se hable debe de hablarse bien y que el bilingüismo o
trilingüismo son aconsejables. Pero lo de especificar cuáles han de
ser las lenguas que se hablen invade la intimidad personal.
Claro
que en España hay lenguas oficiales. ¿Cómo dejar pasar una
oportunidad de imponer algo a los demás? En la Comunidad Valenciana,
sin ir más lejos, se obliga a los alumnos a estudiar catalán. La
mayor parte de ellos olvidarán lo estudiado inmediato y tirarán a
la basura los libros en catalán que se han visto obligados a
comprar. Nadie pedirá perdón por haber derrochado tanto dinero y
tanto esfuerzo. Podrían obligar a estudiar dos o tres idiomas, dando
premios a quienes elijan este o aquel, y dejar que cada alumno, o sus
padres, decidan cuales son los que más les convienen. Pero eso sería
un alarde democrático, en el que no están dispuestos a caer.
Que
yo sepa, Joan Tardá tiene su radio de acción en otra Comunidad
Autónoma. Pero tuvo que meterse con un guardia civil que presta sus
servicios en la Comunidad Valenciana y que desconoce una de las dos
lenguas oficiales de esta Autonomía. Ya no basta con ser buen
guardia civil, buen cirujano, buen arquitecto. Hay que estudiar
además la lengua que han decidido dos o tres que se estudie. Son
ganas de complicar la vida al personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario