viernes, 1 de febrero de 2013

No pediré la dimisión de Rajoy

En las últimas horas he recibido varias peticiones para que firme un documento en el que se pide la dimisión de Rajoy.
No lo voy a firmar, pero no porque apoye a Rajoy, al que ya criticaba antes de que fuera presidente, sino porque quienes me piden que firme no hacen lo mismo cuando el escándalo procede de otros partidos.
Es el PP el partido contra el que se vuelca toda la iracundia, y yo no estoy a favor ni del PP ni de la iracundia.
Estoy a favor de que de una vez por todas se instaure la democracia en España y que los jueces tengan absoluta libertad y los medios que necesitan para investigar todo lo que sea necesario y metan en la cárcel a los delincuentes.
Dicho lo anterior, reconozco que tengo algunas dudas inquietantes. Parece ser que la letra de los documentos que pululan por Internet es de Bárcenas. Creo que si es él quien los ha difundido, en cuanto comiencen a ponerle querellas, no tendrá más remedio que demostrar, si puede, que esos apuntes se corresponden con la realidad.
En el caso de que no sea él quien ha difundido esos manuscritos, creo que en principio su responsabilidad es menor. Cada cual puede apuntar en un papel lo quiera. Pero habría que justificar por qué la persona que los difundido los tenía en su poder. Puede haberlos robado. Si los tuviera porque se los dio el propio Bárcenas, supongo que la responsabilidad volvería a éste. Habría que dilucidar por qué los difundió.
La sombra de Marino Barbero puede estar planeando sobre los jueces. Lo que les ocurrió a Marino Barbero y a Alonso Puerta quizá sirvan para explicar la actualidad nacional.
El asunto Bárcenas puede queda en nada penalmente. En otro orden de cosas, aunque el foco esté en el PP, afecta a toda la clase política.

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