jueves, 7 de febrero de 2013

Marco Aurelio viene bien

No resulta difícil sentir la impresión de que está en una ciénaga y cuando esto ocurre, para eludir el contagio o elevar la moral, resulta efectivo recurrir a alguno de los espíritus elevados que ha dado la humanidad. Marco Aurelio resulta muy apropiado.
De uno de sus aforismos, al que más recurro yo, El verdadero modo de vengarse de un enemigo es no parecérsele”, puede pensarse que todo el mundo lo entiende, ya que su formulación es sencilla. En la práctica se ve que no es así.
Me gusta pensar que tengo amigos que luchan por albergar un punto de grandeza en sus almas y que aquellos en los que no concurre esta circunstancia es porque todavía no se han dado cuenta de que tienen alma.
Por citar sólo a unos pocos, podría hablar de un matrimonio mayor, cuyos dos componentes han llegado a la vejez sin perder ni un ápice de sus grandes cualidades morales. O de aquella amiga que reside en un lugar alejado, pero que está luchando contra el cáncer con una entereza admirable. Cada vez que hablo con ella por teléfono, me maravillo. Es un ejemplo. Tengo otras amigas cuyo corazón es limpio y reluciente. Propagan la alegría y el gusto de vivir. O unos amigos cuyo corazón es noble y robusto. Cuando hablo con ellos me siento a gusto y relajado.
Otro de los sabios aforismos de Marco Aurelio es el siguiente: “Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible.”
Toda una lección de vida. Otra vez el alma: “En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.” ¿De dónde surge el mal?, me preguntó alguien, tiempo atrás, como si nunca hubiera roto un plato: "Sólo los locos persiguen lo imposible. Imposible es que los malos no cometan maldades".
Evidentemente, es mejor no mirar a la ciénaga, porque la podemos hacer más grande.
'Televisores cuadrados, ideas redondas'
'Me salvo una lágrima'
'Con la cal en los dedos'
'El Camino y otros pasos'
'Los penúltimos días'
'Pícaros, ninfas y rufianes'
'Los desorientados'
'Anécdotas de la Historia'


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