Dijo
el científico inglés, en una entrevista concedida recientemente,
que a lo que dedica la mayor parte de su tiempo es a pensar en las
mujeres, a la que no termina de entender.
Quizá
las mujeres, dicho así en general, también tengan dificultades para
entenderlo a él. No es fácil entender a alguien con tan gran
capacidad intelectual. Pero por la información que trae la
wikipedia, yo diría que su primera mujer, en su petición de
divorcio, le dio unos cuantos golpes bajos. Una mujer que se declara
creyente no puede utilizar a Dios como excusa para divorciarse.
Alegaba además, que a pesar de que él es ateo, cita muchas veces a
Dios en sus libros con fines comerciales. Bien segura estaba ella de
que Dios no le iba a tirar de las orejas por la noche.
Las
referencias de Stephen Hawking a Dios son las respuestas a las
preguntas que en aquellos tiempos, y quizá también en estos, están
en el ambiente. Son perfectamente lógicas y el propio Dios estaría
de acuerdo con ellas. No se puede decir otra cosa diferente sin
engañar al personal.
Esta
primera mujer, llamada Jane Wilde, con la que el físico tuvo tres
hijos, querría divorciarse por otro motivo muy diferente, pero le
daría vergüenza decirlo y recurrió al motivo religioso. Y este es
el otro lado curioso de la cuestión: las religiones se utilizan a
menudo para facilitar pretextos y coartadas en asuntos que no tienen
nada que ver con la religión.
Supongo
que Stephen Hawking escucharía divertido esas explicaciones y quizá
las dio por buenas para no perjudicar a la madre de sus hijos, puesto
que a él le daría exactamente igual el modo en que ella quiera
entender sus libros.
También
supo salir al paso de las habladurías que hubo en contra de su
segunda mujer. Y quizá con estas declaraciones haya querido dar a
entender que le hubiera gustado encontrar al amor de su vida.
'Televisores cuadrados, ideas redondas'
'Me salvo una lágrima'
'Con la cal en los dedos'
'El Camino y otros pasos'
'Los penúltimos días'
'Pícaros, ninfas y rufianes'
'Los desorientados'
'Anécdotas de la Historia'
'Me salvo una lágrima'
'Con la cal en los dedos'
'El Camino y otros pasos'
'Los penúltimos días'
'Pícaros, ninfas y rufianes'
'Los desorientados'
'Anécdotas de la Historia'
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