lunes, 18 de febrero de 2013

Quieren canonizar a Marcelino Olaechea

Dicen que cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo. Algo de cierto debe de haber en el dicho. A alguien le ha dado por incoar la canonización de Marcelino Olaechea, arzobispo que fue de Valencia entre 1946 y 1966. Se le recuerda principalmente por la tómbola que hubo en la plaza de la Virgen.
En el libro “Mis conversaciones privadas con Franco”, de Francisco Franco Salgado-Araujo, se habla de Olaechea. En concreto, dice lo siguiente: '9 de octubre de 1954: El actual arzobispo, doctor Marcelino Olaechea, en otras épocas fue considerado como poco entusiasta del Régimen y apasionado por el ideal del separatismo vasco; el gobierno gestionó su ascenso a arzobispo para alejarlo de Navarra, donde tenía su diócesis.'
Y ahora lo quieren hacer santo. Es por este camino por el que la Iglesia va a conseguir que la gente se tome a chacota a todos sus santos, lo cual no sería justo, porque muchos de ellos hicieron cosas de verdadero mérito y otros sufrieron martirio.
Este Olaechea fue un tipo cuyas preocupaciones políticas fueron por lo menos tan grandes como sus inquietudes religiosas. Según se puede leer en la wikipedia estuvo buscando su norte político hasta que llegó al máximo de lo que podía llegar en su carrera religiosa. El paso a cardenal ya se le tornaba azaroso, era imposible que optara a él.
En los tiempos recientes, de haber vivido y continuado como arzobispo en Valencia, sí que podría haber conseguido el ascenso a cardenal. Le hubiera podido organizar un viaje a Valencia al papa y también es probable que hubiera hecho mucha amistad con algunos políticos muy beatos.
Pero obviamente, Olaechea parecía feliz con su rango de arzobispo, ya se le olvidaron sus veleidades nacionalistas o de cualquier otro tipo. Eso de que encima le tengan que rezar es más de lo que esperaba.

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