Como era previsible, el gobierno no ha podido complacer las peticiones de ERC, por lo que este partido ha decidido vetar los Presupuestos del Estado de 2009. Las enmiendas que proponía son muy acertadas, puesto que se refieren a la Ley de Dependencia, al fondo de integración de inmigrantes y al fondo de complementación de pensiones.
Lo que ocurre es que es muy fácil ser generoso con el dinero público. Estas pretensiones de ERC debieron ir acompañadas de algún gesto sustancial, es decir, debería haber renunciado a todos sus asesores, a todos los gastos innecesarios, etc., con el fin de que el gobierno tuviera recursos disponibles para atender esas partidas. Pero no parece ser ERC de los partidos que ahorran dinero a los contribuyentes.
Por otro lado, lo que hace ERC es querer exprimir el limón, apurar sus posibilidades electorales, tratar de lograr un poco más. Y ha sido precisamente el deseo de exprimir el limón mucho más allá de lo que daba de sí lo que ha propiciado la crisis económica que padecemos y que puede que se lleve algunas cosas por delante.
Sin ir más lejos, este es el momento en que algunos economistas han comenzado a alertar de que la crisis puede llevarse por delante el Estado de las Autonomías, puesto que a los contribuyentes puede parecerles exagerado tener que pagar diecisiete gobiernos autónomos, con sus diecisiete parlamentos, diecisiete residencias de primer ministro, etc.
Muchas de las cosas de los políticos que hasta ahora los ciudadanos hemos soportado estoicamente, han comenzado a tener la consideración de lujos asiáticos. Lujos que disfrutan los políticos y que corre a cargo de los contribuyentes, muchos de los cuales van a dejar de serlo pues les va ser imposible seguir pagando ninguna cosa. Ojalá esto último no sea cierto.
Sí que es urgente que el gobierno central recupere algunas competencias, como las de sanidad, educación y justicia. Con ello no sólo nos ahorraríamos dinero, sino que además ganaríamos en eficiencia.
Lo que ocurre es que es muy fácil ser generoso con el dinero público. Estas pretensiones de ERC debieron ir acompañadas de algún gesto sustancial, es decir, debería haber renunciado a todos sus asesores, a todos los gastos innecesarios, etc., con el fin de que el gobierno tuviera recursos disponibles para atender esas partidas. Pero no parece ser ERC de los partidos que ahorran dinero a los contribuyentes.
Por otro lado, lo que hace ERC es querer exprimir el limón, apurar sus posibilidades electorales, tratar de lograr un poco más. Y ha sido precisamente el deseo de exprimir el limón mucho más allá de lo que daba de sí lo que ha propiciado la crisis económica que padecemos y que puede que se lleve algunas cosas por delante.
Sin ir más lejos, este es el momento en que algunos economistas han comenzado a alertar de que la crisis puede llevarse por delante el Estado de las Autonomías, puesto que a los contribuyentes puede parecerles exagerado tener que pagar diecisiete gobiernos autónomos, con sus diecisiete parlamentos, diecisiete residencias de primer ministro, etc.
Muchas de las cosas de los políticos que hasta ahora los ciudadanos hemos soportado estoicamente, han comenzado a tener la consideración de lujos asiáticos. Lujos que disfrutan los políticos y que corre a cargo de los contribuyentes, muchos de los cuales van a dejar de serlo pues les va ser imposible seguir pagando ninguna cosa. Ojalá esto último no sea cierto.
Sí que es urgente que el gobierno central recupere algunas competencias, como las de sanidad, educación y justicia. Con ello no sólo nos ahorraríamos dinero, sino que además ganaríamos en eficiencia.
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