Hoy en día, cuando se habla de Rita ésta no puede ser otra que Rita Barberá. Al menos en Valencia. Y Rita Barberá, que desde hace mucho viene siendo la favorita de los valencianos, se cree con derecho a todo, y a algo más.
Quienes la conocen bien no se atreven a plantarle cara, como sí ha hecho Rus. Bueno, Rus se atreve a todo, y por ahora le va bien.
El enfado de Rita se nota en las reacciones de sus subordinados. Los nueve jefes de Urbanismo han firmado un escrito de apoyo a los imputados en el caso Monforte. ¿Cómo se explica a los ciudadanos el caso Monforte?, dicen. Los miembros del Tribunal que han de juzgar el caso son Pilar de la Oliva, José Flors y Juan Climent.
No son esos nueve los únicos en protestar por el juicio. Un concejal, Alfonso Novo, escribió otro artículo, por su cuenta, titulado “La justicia hará honor a su nombre”. ¿Qué preocupación tiene entonces? ¿O es que ha escrito el artículo para agradar a Rita Barberá?
Tiempo atrás, otro concejal, Alfonso Grau, también terció en el asunto alegando que el muro del Jardín de Monforte que se pretende derribar carece de valor histórico, como si esa fuera la cuestión, y no la pretensión de desvirtuar el jardín.
Hay que repetir una y mil veces que si la justicia no es independiente no hay democracia.
El orden de las noticias es el siguiente: La serie comenzó con el anuncio de que se iba a derribar el muro del Jardín de Monforte. Este anuncio no fue bien recibido, por lo que se explicó que se iba a derribar el muro para que se ventilaran los árboles, ya que la humedad los daña. Esta explicación causó extrañeza puesto que el jardín es centenario y nunca le había ocurrido. Fue cuando se dio la explicación que faltaba: la humedad es a causa de los aparcamientos. Y eso es lo que quieren averiguar los jueces: ¿Por qué se autorizaron los aparcamientos? ¡Qué poca consideración con el Jardín de Monforte!
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